Pacto profano|| Duxino

Primera parte

Holi, antes unas aclaraciones:

•Se usan a los cubitos.

•No difundir el fic a los streamers.

•Evitar comentarios de odio.

•Probablemente muchas faltas ortográficas.

•Au (Duxo sacerdote y Aquino demonio :3)

Es todo (creo) :3

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Todos en aquella iglesia se burlan de Duxo, lo hacen a un lado y se ríen de él mientras los sacerdotes mayores ignoran su adoración. El hecho de que sea más joven y tenga menos experiencia no significa que sea menos poderoso, menos capaz de invocar espíritus divinos para comunicarse.

Después de años de ser objeto de burlas y desprecio, finalmente está harto de eso. Les mostrará a esos imbéciles de qué está hecho, el poder que tiene.

Es increíblemente fácil colarse en la iglesia fuera de horario, abrir la puerta y entrar, con el uniforme bien planchado y bien ajustado. El negro le ayuda a camuflarse en la oscuridad incluso cuando no había nadie despierto que fuera testigo de su blasfemia.

La iglesia está completamente vacía, oscura y hueca mientras camina a través de ella, sus pasos resuenan contra las baldosas. Se arrodilla detrás del altar, ofrece una reverencia y una oración a sus dioses. Lo que está haciendo esta noche marca la cosa más peligrosa e imprudente que jamás haya intentado, pero la anticipación y la emoción ahogan todo su miedo.

Lentamente extiende sus suministros, dibuja el círculo de invocación en el suelo y enciende las velas a su alrededor. Se asegura de que sea lo suficientemente grande como para contenerlo a él y a otra entidad, haciéndolo más grande de lo que probablemente sea necesario por si acaso. No tiene forma de medir el tamaño de lo que está convocando y necesita estar preparado de cualquier manera.

Esta noche convocará a un demonio. Esta noche les mostrará lo poderoso que es, lo tontos que fueron al ignorarlo. Esta noche intentará esclavizar a un demonio a todos sus caprichos o morirá en el intento. Mañana por la mañana, o tendrán razón acerca de él y rasparán sus restos de sus pisos de baldosas blancas, o temblarán de miedo y nadie volverá a dudar de Duxorethey.

El ritual es sencillo. Una oración rápida, unas cuantas velas encendidas, una pequeña ceremonia y ofrenda, y un demonio aparecerá dentro del círculo. El plan no es nada sencillo a partir de ese momento. Tendrá una sola hora de gracia, donde el demonio no podrá herirlo ni matarlo mientras cumpla con el contrato. En esa hora Duxo tendrá que engañar de alguna manera al demonio para que haga un trato con él, un favor a cambio de un favor. No será fácil, los demonios eran seres engañosos, pero su esperanza es que al convocar a un demonio más joven y menos experimentado, pueda usar su lengua plateada para convencerlo de algo.

Sus mayores lo llamarían loco; sus padres orarían por su alma; sus amigos intentarían convencerlo de que no estaba en su sano juicio. Pero Duxo nunca había estado tan seguro de nada en su vida.

Enciende la última vela y el aire dentro de la iglesia parece volverse viciado, más difícil de respirar mientras Duxo se arrodilla en medio del círculo, respirando para calmarse.

El aire es frío, espeso en sus pulmones mientras agarra su cuchillo y lo clava en su piel, murmurando las últimas palabras del encantamiento antes de cortarlo hacia abajo, dejando que su sangre gotee de la herida hacia el suelo, terminando el hechizo. .