Alastor Takes off /RadioDust/

¡Alastor da el salto!

No hace mucho tiempo... en la misteriosa tierra de Canadá.

Alastor salía con una chica de secundaria.

...

...

...

En una casa que poseía una amplia sala, se encontraban tres jóvenes conversando animadamente y bebiendo café, no sin dejar de comer algún que otro aperitivo. Dos chicas estaban sentadas alrededor de la mesa del comedor. A un par de metros, se podía apreciar el escandaloso desorden de la casa, limpieza digna de jóvenes de su edad. El lugar no era un gran lujo, pero era habitable.

—¿Alastor sale con una chica de secundaria?

Expresó entre risas una chica algo robusta de cabello corto y rubio, arqueó una ceja con desconfianza y luego posó su taza de café sobre la mesa. Ella era bastante hermosa, desprendía glamour y poseía un rostro de muñeca, vestida con un casual vestido negro y unos zapatos de taco alto del mismo color. Dirigió su mirada hacia atrás, se cruzó de piernas y observó al joven mencionado, que se preparaba su taza de café amargo en la cocina. Era una cocina comedor después de todo.

El moreno continuó con su labor, se dio media vuelta con su taza entre sus manos y formó una sonrisa pequeña y tímida entre sus labios. Aquel chico que ya se podría considerar un hombre era alto y delgado, al mismo tiempo derrochaba una vibra varonil y exótica que llamaba la atención de cualquiera. Sus prendas consistían en una camisa blanca formal en conjunto con un clásico chaleco de colores oscuros, se veía maduro y tanto su forma de hablar como de vestir le hacían desprender un aura gentil. Su cabello castaño estaba peinado hacia un lado solo para que su flequillo no le cubriera los ojos.

—¿Por lo menos es linda?

La chica que se sentaba junto a Mimzy sonrió de lado en forma de broma y pasó a beber un sorbo de su café negro. Cuando bajó la taza, observó de reojo a Alastor, esperando una respuesta. La pelirroja de menos estatura era llamada Niffty, su nombre real era Stephanie. Ella se veía pequeña, jovial y enérgica, vestía un abrigo holgado para su delgado cuerpo y unos pantalones ajustados que delineaban su figura. Era verdaderamente hermosa y su pequeño y angelical rostro era admirado por muchos.

—¿Qué edad tienes, Alastor? ¿Veintiocho?

Volvió a cuestionar Mimzy con cara de pocos amigos hacia él, quien, como respuesta, esbozó una sonrisa falsa y ácida, indicándole que sus chistes no eran graciosos, sino groseros. Además... ni que estuviera tan viejo.

—Muy graciosa. Sabes que no voy a hacerte caso.

Respondió por primera vez el moreno, sonrió con autosuficiencia y arrogancia, tratando de que los comentarios no le afectaran en nada. Ellas eran sus mejores amigas pero de todas formas, siempre eran críticas y crueles con sus nuevas parejas, a veces solo debía ignorarlas.

—¿Así que saliste de la secundaria hace casi trece años...?

Mimzy seguía arrojando comentario venenoso trás otro con su imperturbable rostro serio, claramente lo quería hacer sentir mal. Estaba resentida por el hecho de que el moreno hubiera pasado de página tan rápidamente de sus anteriores relaciones. Podía ser su amiga, pero no podía evitar actuar de esa manera luego de que ellos dos también hubieran compartido una historia en el pasado.

—Tengo veintidós. Veintidós.

Aquel hombre rodó los ojos con fastidio y le desvió la mirada. No era viejo, seguía siendo un joven lleno de vitalidad y podía salir con chicas de cualquier edad mientras que sobrepasaran los dieciocho. Era verdad que había terminado la secundaria hace algunos años, pero eso no lo limitaba.