[𝐏𝐑𝐈𝐌𝐄𝐑𝐀 𝐏𝐀𝐑𝐓𝐄] 𝟣- '𝖤𝗅 𝖩𝖠𝖱𝖣Í𝖭 𝖣𝖤𝖫 𝖠𝖬𝖮𝖱'

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—¿Qué es el amor? ¿Estamos enamorados el uno del otro? —le pregunté mientras mirábamos distraídos el jardín de sus vecinos

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—¿Qué es el amor? ¿Estamos enamorados el uno del otro? —le pregunté mientras mirábamos distraídos el jardín de sus vecinos.

Era un bonito jardín, sobre todo en esta época, donde la temperatura y la vegetación vestían sus mejores galas. Sus orquídeas, jazmines y rosales ambientaban toda la manzana. Se notaba a leguas que recibía buenos cuidados: lucía bien regado y seguramente se podaba convenientemente. La vista era hermosa, pero en mi mente solo había una pregunta rondando, incómoda, casi insoportable.

Él no apartaba la vista del jardín, perdido en sus propios pensamientos, pero finalmente rompió el silencio.

—El amor es un vínculo sincero, que nace de la compañía. Puede ser algo fugaz y primerizo, pero rara vez eso es amor, si no deseo —me contestó él, con una mirada que parecía ver más allá de las plantas, con su mente muy lejos de ahí.

Su respuesta me golpeó más de lo que esperaba. Habíamos compartido tantos momentos juntos, desde nuestro primer encuentro en la cafetería hasta esa tarde tranquila en su casa, la primera vez que estaba allí. Yo creía que, aunque lleváramos poco tiempo, lo nuestro era verdadero, algo profundo. Pero él... ¿De verdad no lo sentía igual?

—¿Entonces?

—No hace ni medio año que nos conocemos. No creo que eso sea amor —dijo, sin ni siquiera mirarme.

Sentí que se me caía el mundo encima. Me quedé observándolo, incapaz de comprender cómo podía decirme semejante cosa y seguir mirando los arbustos, las macetas y las enredaderas del vecino, como si lo que acababa de decir no tuviera importancia.

—Si para ti no es amor, ¿significa eso que en cualquier momento puedes dejar de quererme? —pregunté temerosa, sintiendo que su respuesta podía ser el fin de lo que habíamos construido con tanto esfuerzo.

Él hizo una pausa, pero no la suficiente como para hacerme sentir comprendida.

—Para nada, no es eso lo que buscaba comunicar —dijo, un tanto ausente—. Quería decir que el amor es como ese jardín.

𝐄𝐍𝐓𝐑𝐄 𝐓𝐎𝐑𝐌𝐄𝐍𝐓𝐀𝐒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora