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La tarde de un día común concurría de manera tranquila. Eran aproximadamente las 4 de la tarde y yo únicamente me dedicaba a entrenar un poco más.
Estaba exhausta y bañada en sudor. Al finalizar solo me tire en el piso. Estaba en el gimnasio, a esta hora todo estaba vacío y podía entrenar en paz sin tener gente vigilandome.
Trate de de mantener la calma los días siguientes a mi encuentro con Tom, encuentro que aún me tenia pensando. Estaba muy borracha pero claramente lo recordaba todo, el había sido muy astuto aprovechando mi estado para hablar conmigo, porque después de eso solo lo había ignorado.
Y no, no lo estaba ignorando por el hecho de que estuviera aún muy aturdida, en mis etapas del duelo ahora estaba un poco en la ira. En mi pequeño intento de venganza me gustaba ignorarlo, primero, para poder pensar mejor las cosas y segundo, para ver que tan arrepentido y empedernido estaba realmente por mi.
Tom sabía perfectamente que fibras de mi corazón tocar y todo el mundo sabe que jamás sería capaz de odiar algo que mi corazón... adora.
Ahora me dedicaba a reflexionar sus palabras y tratar de canalizar el sentimiento que me producía saber que el por primera vez me había dicho "Te amo".
Estaba cansada del ambiente turbio y de los sentimientos malos. Lo quería demasiado, y querer es un sentimiento bueno, entonces ¿porque siempre sufro tanto? El dolor del amor.
La música en mis audífonos se detuvo y mi teléfono vibro. Bill me estaba llamado.
—Holi, cariño —dijo el tierno y adorable Bill en la otra línea.
—Hola, Billy. ¿Como estas?
—Estoy más que bien, estoy contentísimo.
—Oh si, ¿y puedo saber a que se debe? —pregunté mientras mi sonrisa crecía.
—Libera tu agenda esta noche, voy a invitarte a una fiesta.
—¿Fiesta? ¿Qué es lo que celebramos?
—Mi amiga Nataly esta de cumpleaños y quiero que se sienta más acompañada que nunca. Rente un salón con piscina y barra libre e invite a muchas personas para que vengan a celebrar con Nataly.
—Oh eso es ser adorable, Bill.
—Ella es un amor, lo merece todo. ¿Pero si vendrás?
—Mmm, si... —pensé un poco en mis pendientes y no tenia pensado hacer mucho en la noche, a si que, ¿porque no?— Solo dime el sitio y la hora.
—Esta cerca al estudio, luego te paso la dirección por mensaje. Es a las 9.
—Genial, allí estaré. —me levanté del suelo y tome mi toalla para secar mi sudor.
