the boy who fell in love with a dancer ¡ kooktae

quince.

El centro comercial de la ciudad era uno de los más grandes, y más cercano a la universidad. Había una gran variedad de cosas dentro, desde tiendas, puestos de comida, cines, y restaurantes. Taehyung caminó junto a Wooshik admirando toda la ropa que se veía en las vitrinas, se veían realmente caras, aunque en la mayoría también tenían un cartel con posibles descuentos.

—¡Mira! —señala.

El pelinegro se voltea donde Taehyung señala, y se da cuenta que es un puesto de batidos.

—¿Quieres uno? —pregunta.

—No lo hubiera señalado si no quisiera uno —se cruza de brazos, a los que hace a Wooshik sonreír—. Ven, vamos —lo toma de la mano, acercándose al puesto.

Cuando ambos llegan, miran primero el menú y se dan cuenta qué hay una gran variedad. Sin embargo, Taehyung esta vez decide elegir algo más dulce, un batido de crema con fresas y chocolate, adornado con crema chantilly. Por su lado, Wooshik decide algo más liviano, escogiendo un batido de banana.

Luego de que traen sus pedidos, los chicos se sientan tranquilamente en uno de los banquitos que se encontraban afuera, no sin antes pagar por sus batidos.

—Taehyung, dime... ¿Cómo vas con Jungkook? —pregunta curioso, tomando un sorbo de su bebida.

Sin evitarlo, un pequeño sonrojo nace en sus mejillas cuando le pregunta su situación. No podía evitarlo, con solo escuchar el nombre de Jungkook, su corazón latía fuertemente y sus manos comenzaban a sudar.

—¿A-A que te refieres? Como... profesor, o... —divaga.

—Pues no sé, en general —ríe—. Recuerdo que Namjoon te advirtió de que tuvieras cuidado porque es un profesor bastante estricto. ¿Qué tal todo? ¿Realmente es así de estricto, o contigo no lo es tanto?

—Pues... Al inicio sí puedo confirmar que es alguien estricto, aún lo es conmigo. Pero... creo que ya no tanto. Supongo que es por la confianza que hemos tomado.

Choi asiente.

—¿Y qué tal el acercamiento? —pregunta con cierta picardía, una que Taehyung lo notó, y lo hizo sonrojarse aún más—. La fiesta de la vez pasada estuvo bastante intensa.

—No ha pasado nada, hyung —confiesa, ligeramente tímido. Por supuesto que era su amigo, pero aún así no podía comentarle sobre el beso, aún se sentía avergonzado por cómo había pasado, y se había dejado llevar—. No sé por qué piensas que tuvo que pasar algo —enarca una ceja.

—Ah no, en realidad solo preguntaba por curiosidad. Me pareció verlo hace unos segundos por el pasillo, pero no estoy seguro si era él —se alza de hombros—. Iba acompañado.

—¿Espera qué? ¿Como que acompañado? —esta vez su sonrisa desaparece del rostro, y sin evitarlo, frunce el ceño poco a poco.

—No sé, te digo que no estoy completamente seguro si era él, no le vi el rostro. Pero iba acompañado por un chico rubio, me parece.

Kim evitó soltar un resoplido de molestia y se lo guardó para el mismo. ¿Por qué le molestaba tanto que Jungkook se viera con un chico que él no conocía?

A lo mejor solo eran amigos y ya, pero Taehyung aún sentía un vacío en su estómago y corazón. Como si solo el hecho de verlos ahí juntos le diera unas inmensas ganas de separarlos y tirar al rubio por una borda.

—Vamos adentro.

—¿Eh?

—Vámonos, quiero comprar algo de ropa —ordena, su voz cargada de una seriedad que hasta a Wooshik le dio miedo.