Franco se prepara para dormir. Ve los últimos videos en redes sociales, programa la alarma, apaga la pantalla del celular y lo deja sobre el velador boca abajo. No pasa dos minutos con sus ojos cerrados y el zumbido del teléfono le golpea los oídos: "Nuevo mensaje".
Es su ex novia...de nuevo.
Francisca: Pudiste haber esperado por lo menos un año antes de comenzar otra relación, Franco. Yo no te olvido tan rápido. Veámonos una última vez, por favor.
Franco: Ya déjame descansar en paz Francisca, esta es la tercera vez que cambio de número. ¿Qué tipo de broma me estás jugando?
Francisca: Franco, juro que será la última vez que te molesto...te espero mañana, donde siempre.
Por salud mental, acepta su propuesta con la esperanza de que en esta oportunidad cierren todas las conversaciones pendientes.
Se viste apurado, toma un desayuno frugal y parte.
En el camino compra una flor y prepara mentalmente el monólogo que recitará a Francisca. Camina sin parar en el día nublado.
Llega al punto de encuentro: allí está ella. Se le vuelve a partir el corazón.Se para justo en frente; mira el suelo verde que le difuminan sus lágrimas; se inclina y recuesta cuidadosamente sobre el césped la flor. Vuelve a leer la caligrafía negra sobre el mármol:
Francisca Medina
(1993 - 2023)
Q.E.P.D."Francisca, debes dejarme ir, por favor, ¡Debes descansar!...", parte diciendo Franco, abandonado en un cementerio grisáseo y melancólico de un día invernal.