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desde que nació en la familia más religiosa no se le ha permitido algunas cosas, ¿sus castigos? un poco crueles para alguien que tenía siete años como él hace un tiempo atrás.
un día despertó junto a su hermano gemelo y encontraron un niño durmiendo a su lado en la gran cama de su progenitor, se veía menor a ellos y cuando fueron con su padre a preguntarle, simplemente dijo que hizo lo que tenía que hacer: darle un hogar a un pobre niño desamparado, sin familia cerca para cuidarlo, un acto de bondad.
claro que cuando hacía enojar a bi-han se le escapaba de la boca recordarle a tomas que era adoptado, la primera vez que se lo dijo se puso a llorar y lo llevaron a confesar con el padre de la iglesia que siempre iban todos los días.
en sus últimos años de primaria, bi-han comenzaba a sentir vergüenza de su familia y de sí mismo por lo que eran, nadie de su edad tenía un interés voluntario por la religión y lo veían como un tema para la migraña, un tema absurdo, sin sentido. cuando no pretendía decir nada en la secundaria, kuai liang se encargaba de ensuciar su nombre con su religión, los veían como unos idiotas.
odiaba la religiones y sobretodo la católica, las restricciones que su padre le ponía a él y a sus hermanos eran para enojarse toda la vida; mientras sus compañeros de clases hablaban de la película de chucky, él no sabía absolutamente nada porque tenía prohibido verlo, tenía prohibido ver cualquier película de terror.
── si no te gusta, ¿por qué no te quitas esta mierda? ──recuerda haber golpeado demasiado fuerte la mano de su ex amigo por tocar su collar.
cualquier otro obsequio de su padre referente a la religión, él lo deja en su cuarto sin usar, juntando polvo pero su corazón seguía pegado al alma de su difunta madre y no podía quitarse el collar con una cruz —a menos que se tome una ducha—, no dejaba que nadie insultara ese regalo de nacimiento porque era lo único en el mundo que atesoraba.
