Capitulo 4 (T1)

521 40 5
                                    


AYANA:

Hoy era el día. Día familiar, día de comida, como lo quieras llamar.

Mamá insistió tanto que termine dándole la razón y mírame, aquí me encuentro en una silla dentro de casa a la espera de mis hermanos y sus novias o futuras esposas.

-no estes tan tensa- mama me tomo de la mano, ya sabía que no me gustaban estos encuentros

-trataré de controlarme, pero dudo mucho que sea así- mis hermanos no eran malos en general, pero no dan una buena sensación cuando estás con ellos. Siempre se meten en temas de política o de la empresa o del dinero o de cualquier cosa que les moleste a su paz mental.

Tras 20 minutos de espera comenzaron a llegar. Mi hermana pequeña de tan solo 16 años se sentó a mi lado dándome una sonrisa y una abrazo, siempre me llevé bien con ella.

Luego apareció la novia de mi hermano más mayor, chillando como la mayoría de las veces que viene a casa.

-HOLA FAMILIA- vestía con un vestido blanco y una chaqueta beis a juego. Obviamente no podían faltar los tacones y sus perlas alrededor de su cuello.
Detrás de ella mi hermano Leo llegó con una sonrisa, supongo que riéndose de la situación. Ambos se sentaron al frente de mi.

Y por último, mi hermano mediano, Alex, rompió con su novia unos días atrás por lo que había asistido solo. Saludo a mamá y nos saludo a Anna y a mi. Y se sentó en nuestra fila.

-ya que estamos todos aquí, comencemos a comer- chasqueó sus dedos y algunos sirvientes llegaron a servirnos los platos.

-¿en que momento has decidió tener sirvientes?- le pregunté un tanto impresionada, pues nunca le gustó ese tipo de cosas.

-estoy mayor y necesito un poco de ayuda- ella me miro mientras los demás se mantenían callados.
Asentí un par de veces y comencé a comer el platillo de pasta que me habían preparado, pues no me llegaba a gustar del todo la carne y el pescado.

-cuñada, ¿por que comes pasta?- pregunto la insoportable novia de mi hermano.

-lo primero, no soy tu cuñada hasta que os caséis y lo segundo, no es tu incumbencia- de tenso de tal manera que mi hermano tuvo que intervenir.

-¿por que tratas así a mi novia?

-¿acaso no sabes la verdad?- esta vez me dirigía a él, quien estaba confuso de mis palabras-mira esto y dame tu opinión- le mostré mi teléfono donde había una imagen de ella con otro hombre abrazados y besándose.

Su cara terminó como un fantasma y mamá me miraba de tal manera que parecía decepcionada. Y si soy sincera, me daba igual aquello.

Al ver que no iba a seguir aquella comida de una manera pacífica, tomé mi bolso y mi móvil, que estaba en las manos de Leo y me retiré despidiéndome de mis otros dos hermanos y mi madre. Quien aún se encontraba negando.

Mi supuesta "cuñada" estaba llorando mientras que Leo estaba en shock sin saber que hacer, le he dado una solución rápida, romper con ella.

Termino de salir de casa de mi madre y me monto en el coche en el que había venido. El chofer me dirigió hacia casa cuando recibí una llamada de Ryu.

-¿si?

-¿tienes un hueco?- pregunto a través de la línea

-me pillas en un mal momento la verdad

-has ido a casa de tu madre ¿cierto?- realmente no entendía como podía enterarse de todo.

-si, y no es que haya terminado bien, ni siquiera he podido comerme la pasta

-te llevo a comer, espérame en tu casa- cuando quería decirle que no hacía falta me había colgado en mis narices. Ahora no podía decirle que no ¿y quien le diría que no?

Subo a casa a través del ascensor y como todos los días, mis perras me vienen a saludar con sus lametones en toda mi cara.

Dejo el bolso en la entrada y me quito los zapatos para estar más cómoda. Me siento en el sofá y enciendo al televisión.

Jake me había dejado algunos mensajes, diciéndome que tendría una reunión con los nuevo empleados y que debía asistir, por lo que no tenia mucho tiempo para divertirme.

El timbre suena y como me lo esperaba era Ryu con una bolsa de...¿noodles?

-¿es enserio que has traído noodles?- literalmente me estaba riendo por dentro.

-se que la pasta es tu comida favorita y que mejor que noodles- le invite a pasar y rápidamente dejo la bolsa encima de la mesa de la cocina. Como no, vestía de traje, elegante como siempre.

-te noto algo tenso ¿ha pasado algo?

-mi...ordenador ha desaparecido- se sentó en el sofá mientras preparaba los platos.

-¿cual?

-el del escritorio- ¿de que manera había pasado eso?

-¿sabéis quien es el culpable?

-iba disfrazado de panda y mi guardaespaldas la había visto tirarse por la ventana- esto parecía ya una película de acción.

-es extraño, ¿por que te robarían el ordenador?- puse su plato en la mesa.

Finalmente la conversación había finalizado pues ya no quería hablar de ese tema. Se nota a kilómetros que le molestaba y le enfadaba.

La comida fue silenciosa, pero no llegó a ser incómoda del todo. Habíamos puesto una película de acción, cualquiera nos valía, mientras que fuera de esa temática.

Jane me había llamado tantas veces que tuve que poner el teléfono en silencio, sabía que tenía cosas importantes que hacer, pero quería disfrutar de este momento.
Al final me recosté en el sofá de tal manera que me quede dormida, pero no por mucho tiempo.

Para cuando me había despertado, Ryu aún se encontraba en casa también dormido en el sillon, apoyando su cabeza en su mano.

Miro el teléfono y Jane me había enviado la hora a la que iban a estar los nuevos empleados.

Además de que me llegaron algunos mensajes de mi familia e incluso llamadas. Mi madre fue l que más, pues estaba un poco alterada con lo que había pasado. No me echaba la culpa de nada, tan sólo que había montado un escándalo cuando me había ido.

Andrea, ahora ex-novia de mi hermano, también me había escrito ¿como tenía mi número?, no lo se. Pero termine bloqueándola de todos lados. Al menos me había quitado un peso de encima.

Al ver que la hora de la entrevista se acercaba, decidí cambiarme de ropa ya que está estaba arrugada.

Subo sigilosamente las escaleras y Kelly me acompaña como siempre. Entro a la habitación y tomo unos pantalones vaqueros negros y una blusa blanca. Me recojo el pelo en una coleta alta y me dejo los pendientes que ya tenía. Nuevamente bajo las escaleras y Ryu estaba aún dormido.

Decidí dejarle una nota para cuando despertara, no quería molestarlo, había trabajo durante semanas y casi sin dormir la mayoría.

*nota*: puedes quedarte a dormir todo lo que quieras y si tienes hambre hay comida en la nevera

Se lo dejé en un lugar que pue diera verlo bien y me fui hacia la empresa.
Jane aún seguía llamándome, por lo que me puse el auricular para escuchar sus quejas.

-¿donde estas?- la notaba enfadada

-estoy llegando, no tardaré más de 10 minutos

-date prisa- colgó la llamada.

No solía llegar tarde a las reuniones, pues eran importantes para mi.
Pero últimamente todo había cambiado, mi trabajo, mi familia e incluso yo he cambiado...

——————————————
HOLAAA!
Ya tenéis aquí el siguiente capítulo.
Ya me queda un solo examen y ya estaré a disposición de seguir escribiendo
más capítulos.

Nos vemos en el siguiente capítulo.

𝕮𝖆𝖒𝖎𝖓𝖔𝖘  𝖊𝖓𝖙𝖗𝖊𝖑𝖆𝖟𝖆𝖉𝖔𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora