Capitulo 8 (T1)

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¿Y si volvía?, no sería buena idea. ¿Y si cambiaba de identidad? Mamá se asustaría.
Maldita sea, tan pocas opciones y todas terminan en el mismo final, una desgracia.

-sabía que debía ir con usted- Jane era la única que lo sabía. No me atrevía a decírselo a mamá, pues cogería el primer vuelo para evitar reunirme con mi padre -a veces pienso que es muy cabezona.

-no cruces la línea Jane..

-me disculpo, pero mi palabra no la retiro.

-ni siquiera se si lo voy a ver.

Aquella noche no hablé ni 5 minutos con el. Pues lo único que hizo fue llorar tras la llamada, ni siquiera pude saber que fue lo que le conmovió para que llorara.

-Debo colgar, enseguida aterrizamos- colgué la llamada.

Ya el hecho de que mi padre estuviera en España, sin haber mantenido el contacto hasta ahora, era impresionante. Si me soy sincera, no tenía ganas de verlo. Aunque sabía a la perfección que cuando bajara el estaría ahí para recibirme.

Finalmente aterrizamos. Una azafata me ayuda a bajar la maleta y uno de mis guardaespaldas me la lleva.
El aeropuerto estaba lleno. Era época de vacaciones o al menos se acercaba y la gente pedía algún día de adelanto para reunirse con sus familias.

Algunas de las madres o esposas o abuelas lloraban al ver a sus familiares llegar a través de aquella puerta que los separaban.
Y para mi sorpresa...papá no estaba.

Suspiro aliviada, pero no por mucho tiempo. Menudo cuento de hadas..

-ve adelantándote, enseguida voy- mi guardaespaldas asintió, mientras que el otro se mantuvo a mi lado.

Papá estaba de pie. Justo delante de su coche caro.

-hija mia- trató de abrazarme, pero fue algo imposible, pues no moví ni un pie para ir hacia el -cuanto has crecido

-¿ahora te mantienes en contacto?- pregunte incrédula -¿que narices te pasa?

-lo lamento en verdad...

-acabo de llegar de un viaje, lo menos que quiero es discutir contigo- aun mantenía las distancias. Suspire pesada,mete antes de dirigirme a él nuevamente -deberíamos de hablar más tarde, no estoy de buen humor en este momento.

-te entiendo..

-adiós papá- me dirijo a mi coche, subiéndome a la parte trasera.

Ni siquiera me di el valor de mirarlo, quería hacerlo, pero no quería caer a sus pies como ya hicimos una vez mi madre y yo.
Y hablando de la reina de roma.

-¿si?

-COMO QUE ESTÁS EN ESPAÑA

-mama, ya te lo dije que me iba hoy, además acabo de llegar

-razones por las que estás ahí YA

-Debo hacer negocios con algunos socios y veré a unos amigos- no iba a ser por otra cosa -siempre es el mismo tema, no entiendo de que te debes de preocupar.

-tu padre..

-¿que ocurre con el?- ¿acaso sabía que lo había visto?

-me preocupa que negocies con el, sabiendo como es

-¿sabes..

-si lo se, está en españa, el no perdería la oportunidad de ver a su única hija o creo que eres la unica

𝕮𝖆𝖒𝖎𝖓𝖔𝖘  𝖊𝖓𝖙𝖗𝖊𝖑𝖆𝖟𝖆𝖉𝖔𝖘Donde viven las historias. Descúbrelo ahora