Parte 3

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Oh..

Un dedo presionó esa zona en particular. Toge había experimentado durante su “tiempo para mí” en algunas ocasiones, pero el suave y superficial entrar y salir de este dedo fantasmal se sentía mucho más interesante. Se retorció y reprimió un gemido, mientras separaba sus rodillas, dejando espacio para, bueno, nadie...excepto él, se sentía cada vez mejor mientras el dedo se hundía más y más en él con cada embestida.

Estaba completamente duro ahora y apenas comenzaba a pensar que tal vez quisiera bajarse sus cómodos pantalones cortos cuando el dedo se curvó golpeando el manojo de nervios profundamente dentro de él.

Toge gimió, empujándose los pantalones cortos y los bóxers, liberando su erección, que había comenzado a gotear.

El dedo dejo de sentirse y no volvió a presionar.

Toge podría haber llorado.

Se había sentido tan maravilloso, ahora su agujero se apretaba, sintiéndose húmedo y vacío.

Gruñendo, Toge se sentó un poco para bajarse la ropa interior y los pantalones cortos, pero apenas habían llegado a sus rodillas cuando algo mucho más ancho y contundente empujó su agujero. Antes de que pudiera respirar, entró.

Toge gritó, dejándose caer en el sofá, mientras la erección del fantasma (porque si o si, tenía que ser un pene), empujaba su trasero, Toge se retorcía y se aferraba a los cojines. Jadeando, pateó los pantalones cortos hasta que colgaron de un tobillo, liberando sus piernas para levantarlas, tratando de aliviar la presión y deleitarse con la sensación que le daba el fantasma a su trasero.

Pareció continuar para siempre, la longitud del fantasma moldeaba el interior de Toge hasta que finalmente se detuvo y Toge no pudo evitar sentirse lleno y pleno. En lugar de ablandarse, vio que su erección seguía.

Hasta ese momento, Toge había hecho un valiente esfuerzo al no pensar en nadie en particular, pero ahora no pudo evitar desear que fuera el pene de Yuta el que lo abriera. Pensaba en eso, con una sonrisa tímida en su rostro.

Toge cerró los ojos con fuerza imaginando a Yuta sobre él, dentro de él, cuando la erección dentro de él, salió casi por completo, antes de volver a sumergirse con fuerza.

Inumaki gimió mientras el fantasma lo follaba con fuerza.

Pareció cambiar de ángulo a pesar de que Toge no se movió de su lugar en el sofá, hasta que estuvo satisfecho con la profundidad de sus embestidas que se clavaron en ese manojo de nervios con cada empujón. Toge gimió con la cabeza echada hacia atrás y masturbándose.

Toge no pudo contenerlo más. Llegó al orgasmo. Sin embargo, la follada no se detuvo y Toge gimió cuando su agujero se volvió sensible hasta que finalmente, lo penetraron por completo llenandolo con semen caliente.

Toge se quedó bastante aturdido en el sofá durante algunos minutos antes de sentir que el semen se le escapaba del trasero.

De prisa, saltó quitándose los pantalones cortos del tobillo antes de caminar rápidamente hacia el baño. Una vez allí, una pequeña investigación reveló que nada goteaba de su agujero a pesar de la sensación, aunque el borde estaba hinchado y sensible.

Si bien es posible que no se le escapara semen, Toge sí tuvo su propio semen en todo el estómago, el pecho y los muslos, de lo que sin duda fue el mejor orgasmo de su vida, por lo que se quitó la camiseta holgada y se metió en la ducha.

......................

Yuta yacía jadeando junto al muñeco con la forma de Inumaki.

Eso había sido...el mejor orgasmo de su vida. Ahora lo que quería era tomar a Inumaki en sus brazos para acurrucarse y tomar una siesta, pero el muñeco estaba frío al tacto y Yuta no podía soportar eso. Por lo que, primero lo limpio y luego fue a tomar una ducha.

Lo mejor era levantarse y limpiarse en lugar de quedarse tirado deseando cosas que no podía tener.

.....................

Toge estaba bajo el chorro de agua, con los ojos cerrados y la cara vuelta hacia el agua.

Wooww Eso fue algo —pensaba Toge — ¿Debería estar preocupado?

Flojo y soñador por el orgasmo, Toge no podía encontrar la forma de preocuparse demasiado. Bueno, de todos modos no estoy lo suficientemente preocupado como para contárselo a nadie, murmuró para sí mismo, hasta que sintió un chorro de agua en su trasero, luego dedos en su trasero sosteniendo su agujero abierto para que el agua lo enjuagara suavemente.

Sus ojos se abrieron cuando se dio cuenta de que lo estaban limpiando.












Continuará......

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