Capítulo 6

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El cielo nublado era lo único que Samantha podía observar desde la ventana de su departamento, el clima frío pronto atacaría la ciudad, el clima que ella disfrutaba incluso si quería salir a algún lado

Samy se encontraba sentada en el sillón de su sala, con una taza de café en mano mientras observaba el cielo y las nubes coloreadas por un fuerte tono gris

El viento fuerte pronto atacó la cuidad, colmando de frío a las personas que recorrían las calles. Samy navegaba por su teléfono, aquél día no prendería directo, la noche anterior se había desvelado lo suficiente

Félix no se encontraba con ella, él ya se había regresado a su departamento, no sin antes recordarle, como era de costumbre, que si necesitaba o pasaba algo lo podía llamar sin problema

La chica se puso de pie para dirigirse a la cocina y volver a llenar su taza con otra dosis de café, la necesitaba para despertar del todo. En ese momento escuchó como su celular sonaba, dejó su taza en la barra de la cocina y fue hacia el sillón, tomó su celular y vió el contacto que la llamaba, era una videollamada grupal de Ama y Ari, contestó rápidamente para verse colmada de saludos por parte de sus amigas

—¡Hola morra! —saludó Ama, la cual se notaba que estaba acostada en su cama

—¡Hola! —saludó en este caso Ari, quien se estaba preparando un café

—Hola, ¿cómo andan?

—Muriéndome de frío ¿qué no ves? —Ama enfocó su cuerpo arropado por las sábanas

—Pinche morra, ya levántate, tienes que ser productiva como yo —ambas hermanas soltaron una risa ante el comentario

—¿Tú productiva? Si que va, ¿qué has hecho en toda la mañana? ¿Un café? —dijo Ari con sarcasmo

—Pues de hecho si, ya me hice mi café, para que veas lo productiva que soy

Todas tres amigas rieron, aquello era una gran compañía mutua para la mañana

La conversión siguió, viéndose colmada de temas triviales y divertidos de los cuales solo el trío de amigas tenía conocimiento alguno

Así como reían perdían la noción del tiempo, en menos de los esperado ya llevaban dos horas de llamada

—Oye Rivers, vente a la casa —pidió Ama

—¿Cómo para qué o qué?

—Pues para pasar la tarde acá, Ari tú también vente, hacemos tarde de películas —habló entusiasmada

—Yo si voy —confirmó Ari —¿A qué hora?

—Pues en la tarde, no sé, a eso de las 2 por ahí

—Ya oíste Rivers, a las dos, cuidadito y llegues a las tres de la tarde —amenazó la rubia

—Yo ni siquiera he dicho si voy a ir o no

—¡Samantha! Ven para pasar la tarde, no tenemos nada que hacer

—Bueno ya, entonces ya caigo por allá, ¿en la casa de Ama cierto?

—Obvio

—Ok, voy a tratar de llegar puntual —dijo riendo

—Llegas tarde y te pego

Las amigas rieron por última vez antes de cortar la llamada, Sam dejó caer su cuerpo en el sofá, vió la hora en su teléfono

11:37 AM

Quedaba tiempo, intentó organizarse para poder comer algo y descansar un rato, ya luego se iría a casa de Ama

Almorzó algo verdaderamente ligero, no tenía tanta hambre, luego de eso, fue a su habitación, ahí se dejó caer en su cama con su celular en mano, empezó a vagar en él, después de un rato, el cansancio se apoderó de su cuerpo, plasmando en sus ojos un peso difícil de sobrellevar, haciendo que estos se cerraran, llevándola a un trance de sueño profundo

Una alma sin descanso ══ Rivers ggDonde viven las historias. Descúbrelo ahora