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-"Y que... que piensas hacer Angel..."-preguntó resignado Hanma mientras se sentaba a un costado de mi cama como él solía hacerlo cuando estaba triste.

-"No lo sé... ¿crees que sea prudente volver a sus vidas después de todos estos años?..."-le dije dándole espalda recostada en mi cama.

-"Sabes...—se recostó en el espacio al lado de mi que quedaba libre—al principio, cuando decidiste irte conmigo... no pensé que duraría tanto tiempo, debo admitir que fue increíble... pero sabía que esto tenía fecha de termino, no quería aceptarlo..."-soltó una risa sin ganas.

Sólo me limité a escuchar lo que tenía que decirme y no hice ningún movimiento.

-"Llevamos dos años viviendo en este departamento, preferiría que fuera como al principio y no con la serpiente en medio de nosotros... pero sé que sin él no tendríamos nada de esto... sé también que tú jamas quisiste esto Leah...—volteó su cabeza mirando mi cabello—..tu sabes perfectamente porque me he quedado contigo todo este tiempo, y yo sé que piensas que esto no es real, pero estoy agradecido de poder haber vivido contigo estos tres años...—levantó su mano para  intentar acariciarme, pero esta quedó suspendida en el aire y no llegó a su destino.—.. es hora de que vuelvas, y si estas de acuerdo esta vez, quiero ir contigo..."-terminó su frase y se levantó de la cama para abandonar mi habitación.

Siempre he creído que simplemente esta confundido, es natural que viviendo tanto tiempo juntos sucedan esas cosas, pero en el fondo él y yo sabemos que eso no es correspondido, que a pesar de los años y la distancia, para mí siempre será él, Takashi, hace un par de meses Hanma se embriagó hasta quedar tirado en el suelo de un bar, cuando lo traje a rastras y lo recosté en el sillón dijo que me amaba y que aunque no le correspondiera el daría la vida por lo que yo quisiera, como si realmente necesitara a otra persona dando su vida por mi.

Cerré los ojos y espere dormir para poder decirle a Koko al día siguiente que volvería. Llevaba años sin poder descansar como lo hice esa noche, creo que el saber que volvería traía una luz de esperanza a mi cabeza nublada de pensamientos intrusivos. Me levanté como todas las mañanas e hice lo de siempre, pero esta vez estaba tarareando una melodía que no noté y llamó la atención de mis particulares acompañantes.

-"¿Estas... cantanto?—preguntó sorprendido Koko—..acaso... te caíste de la cama o qué?..."

Cuando noté que estaba haciéndolo sin darme cuenta, capté que estaba con un humor diferente y de inmediato cambié mi semblante.

-"No seas pendejo... sólo es una melodía que se quedó en mi cabeza y ya..."

-"Tsk...—hizo un sonido incrédulo—creí que estabas de buen humor... como anoche tuviste una noche tranquila y no despertaste gritando a las 3 de la mañana."-respondió mientras tomaba un sorbo de cafe amargo.

-"Qué vas a saber tú si ella gritó o no... tus ronquidos retumban por todo el departamento, estoy seguro que ni un tractor pasándote encima lograría despertarte...—interrumpió en la cocina Hanma.—..Buen día hermosa, escuché que estabas tarareando como Blanca Nieves...—susurró de forma coqueta sobre mi hombro..—porque no haces eso más seguido..."

-"Muérete..—le respondí mientras llevaba mi taza y manzana al sillón del departamento—..por cierto Koko, ya lo decidí, volveré a casa..."-le comenté mientras encendía la televisión.

Mi comentario no lo tomó por sorpresa, sólo le devolvió la mirada a Shuji quién en silencio y sin mirar a nadie llenaba su tazón de café.

-"Bien... les diré a todos que se acabaron los negocios por el momento, pero que estén al pendiente por si los necesitamos..—suspiró—..¿cuándo nos vamos?.."

-"¿Nos?..."-le pregunté de vuelta.

-"Eso mismo...—remitió Shuji—..tú no irás con nosotros."-respondió tajante.

-"¿Nosotros?.—le dije devuelta a Hanma—..ustedes no irán conmigo."

-"Claro qué iremos.—respondió seco Koko.—..o por lo menos yo sí, no esta en mis planes dejarte sola princesita."-dijo mientras sonreía y sacaba la lengua como le gustaba hacerlo para desafiar a Hanma

-"¿Tus planes?... a ver lengüita entiendes tú posición en todo esto?..."-le dijo Hanma con un tono desafiante.

-"Al menos sé que no soy el perro faldero de la jefa..."-respondió sin inmutarse Kokonoi.

-"¡BASTA!...—les grité a ambos y volvieron su mirada hacia mi—..no puedo obligarlos a quedarse, pero si vuelven conmigo, mas les vale comportarse."

-"Bien..—respondió Koko poniéndose de pie—..preparare todo, nos vamos hoy en la noche."

-"No se suponía que ese era el trato Angel..."-me dijo molesto como niño pequeño Hanma desde la mesa que dividía el living de la cocina.

Me puse de pie y me acerqué hasta el al punto de quedar a centímetros de su rostro.

-"Yo jamás hice un trato contigo, cariño."-le respondí de manera coqueta y desordené su cabello mientras dejaba la taza para que él la lavara.

-"Y después de todo esto.. admite que me quieres princesita..."-dijo mientras me sonreía.

-"Claro que te quiero... pero lejos de mi."-le respondí mientras caminaba hasta mi habitación.

El plan no era sencillo, después de que Koko arreglara los negocios que faltaban y se comunicara con nuestra gente debíamos desaparecer, dejamos todo lo qué teníamos en el lugar y solo nos llevamos los vehículos, el mustang de Hanma y mi Kawazaki Ninja, no necesitábamos más, llegando a Shibuya veríamos que haríamos con la estadía y la ropa, evité llevarnos los distintivos de la pandilla, se suponía que ya nos habíamos alejado de ello, pero a modo de recordatorio aún conservaba mi uniforme de la Tokyo Manji, con los logos de la pandilla mandé a Koko a confeccionar una chaqueta de cuero que fue lo único que lleve puesto conmigo, sabía que lo que se avecinaba era importante y difícil, no sabíamos con qué nos encontraríamos, pero estaba dispuesta a hacer lo que sea para mantener la tranquilidad de mi hermano, de mi querido Ken Ryūguji.

Llegamos en la madrugada a Shibuya, no sabíamos muy bien en donde hospedarnos a esas horas de la noche pero Koko decía que con dinero todo se podía así que gracias a él pudimos rentar un apartamento.

-"¿A quién le rentaste este departamento a esta hora?.. a veces no entiendo que clases de negocios haces... o que tipo de felaciones das..."-dijo Hanma entre risas mientras ingresábamos al departamento.

De inmediato lo golpee en una de sus piernas por insinuar esas asquerosidades, normalmente dejaba que se trataran mal pero no quería que por estupideces terminaran asesinandose.

-"A diferencia tuya, media neurona, yo no las hago, a mi me las dan...—recibió un golpe extra de mi parte por mal esucado lo cual hizo que se sobara la cabeza mientras finalizaba—..un tal Haruki Hayashida ama tanto el dinero como yo... así que me rentó el departamento por un precio bastante elevado, pero veo que vale la pena..."

Ese nombre hizo que una pequeña parte de mi sintiera nostalgia por un segundo.

-"Hayashi... Pah-chin... ¿fue él?..."

Leah Ryūguji • 2da temporadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora