𝐏𝐄𝐂𝐀𝐃𝐎 // 𝐉𝐀𝐄𝐊𝐈

7

—Riki, ¿Qué son estas horas de llegar a la casa? Te fuiste en la mañana y llegas casi a media noche ¿Dónde estuviste? .-Le regaño aquella mujer que le veía desde el sillón donde se encontraba sentada y cruzada de brazos

Riki casi salto en su lugar pues no le había visto y al escucharla tan de repente le había sacado un susto.

—m-mamá ¿Qué haces despierta aún? .-lamio sus labios dejando las llaves de la puerta en una pequeña mesita

—no puede dormir, estaba con el Jesús en la boca al no saber dónde te metiste

"Y mientras yo con otra cosa en la boca" pensó el menor en su mente y aquello le hizo casi soltar una risa la cual callo de inmediato al ver la mirada de su mamá sobre él

—¿Qué te da risa?

—n-nada mamá .-balbuceo mientras bajaba la cabeza —fui con el padre Jake a la zona que esta aquí a unas horas del pueblo, me pidió ayuda para ir con él y entregar las cosas que las personas de aquí donan a la gente de allá, mamá ¿Qué no sabias?

—oh vaya, tienes razón hijo lo había olvidado un momento por estar con otras cosas .-suspiro —pero...¿tan tarde volvieron? Digo siempre que vas regresas antes de que anochezca

—oh e-es que... nos quedamos platicando con la gente de ahí, mamá ellos se sienten solos e intentamos entender sus problemas, por eso nos tardamos

La mayor asintió lentamente con su cabeza y así levantarse del sillón comenzando a caminar a su habitación, antes de desaparecer de la vista de Riki giro y le vio

—ve a dormir que mañana vamos a ir a la primera misa, eso te pasa por llegar tarde .-y así entrar a la habitación

Riki asintió y al no verla sonrió. ¿Era castigo o premio? Se dijo a sí mismo aún con su sonrisa pícara.

Fue a su habitación para quitarse la ropa y comenzar a colocar su pijama, cuando estaba a punto de ponerse la playera agacho su cabeza a su pecho y soltó casi un jadeo al ver sus botoncitos aún ligeramente rojizos y una marca en sus costillas, sin duda El padre Jake lo había disfrutado, ambos lo hacían hecho.

Se acostó en su cómoda cama y soltó un suspiro viendo al techo.

El sabía en qué se había metido, sabía perfectamente que Jake no podía romper su celibato. El mismo había aceptado tener aquellos encuentros sabiendo las consecuencias, las cuales no mantenían una relación ni ahora ni nunca, no habrá ninguna responsabilidad entre ellos.

Suspiro y cerró sus ojos para así quedar dormido a los minutos.

Al día siguiente fue todo casi normal, esta vez se había despertado a las 5 de la mañana, tomó una ducha y después cocino el desayuno, unos ricos hot cakes

—¿Tú cocinando? .-escucho la voz de su hermano lo que le hizo soltar una risita

—yo siempre lo hago Seongie, y calla que todo lo que cocino te gusta