2

1.9K 339 31
                                    

ESTA HISTORIA TIENE CONTENIDO EXPLÍCITO ADULTO (+20)
TODOS LOS PERSONAJES SON MAYORES DE EDAD (+20)

•••

— Estás muy emocionado hoy, lobito — Murmuró burlón Katsuki mirando como la cola peluda se mueve entusiasmada, dejando oír un tambor contra el colchón. El conejo cenizo se rió por abajo, sintiendo como esos dedos llenos de cicatrices se cuelan por sus glúteos hasta presionar contra su entrada.

Gimió, montando una de sus piernas en el hombro del peliverde para darle más espacio a este. Mientras el lobo asegura el agarré por la espalda de su amo impidiendo que este toque por completo las sábanas — ¿Por qué será que lobito Deku está muy emocionado hoy? ¿Mmmm?

— Estoy muy contento de verlo a usted, Kacchan — Indicó Izuku, moviendo su cola más rápido que antes. Muy, muy feliz — Me aleje tanto de usted por esa misión, lo extrañe mucho, tenía miedo de que esos imbéciles sin autocontrol le hicieran algo en mi ausencia.

El peliverde se refería a "imbéciles" el resto guardias que tenía Katsuki además de él, también son caninos, y que según el lobo verdosos, no son incapaces de controlar su bestia interior como él. Por eso dice aquello, se preocupo de le hicieran algo a su amo sin su "angel de la guarda" detrás de él para ahuyentar a esos animales.sin racionamiento.

—¿Hah? — Quejó Katsuki con una sonrisa divertida en su rostros, alboroto la cabellera rizada a propósito — ¿El lobito me extraño mucho? Que tierno.

— Lo extrañe demasiado, estaba apunto de matarme si no lo veía cuánto antes.

— Que exagerado-- ¡Ah!

Un dedo intruso fue lo que calló al pequeño conejito al instante, haciéndolo retorcer de placer, arqueó su fina espalda posando sus omóplatos en almohada junto con su cabeza. Rodó sus ojos hacia arriba al sentir otro dedo ingresar a su cavidad.

Mientras la lengua calientes del lobo feroz, lame con necesidad la clavícula y cuello de su presa, disfrutando cada sonido que sale de su boca. De repente, se acordó que no tenía su bozal, estuvo apunto de separase para ir a buscarlo cuando Katsuki lo detuvo rodeando sus brazos en el cuello del contrario.

—¿A dónde crees que vas, maldito lobo? No te he ordenando que te muevas. — Gruñó el jefe molestó, Izuku bajo sus orejas puntiagudas arrepentido.

— E-es que no tengo el bozal, mi señor... N-no puedo arriesgarme hacerle daño. — Indicó, temblando en cada una de sus palabras. Aunque fuera un gran y feroz lobo, había algo que hacía ponerlo cuál cachorrito y era que su conejito Kacchan lo regañara.

—¿Hacerme daño? Que estupidez ¿Sabes con quién estás hablando? Ya que te he dicho varias veces que su pierdes el control te apuñaló ¿Lo acordamos recuerdas?

Izuku asintió, el acuerdo era simple, si Kacchan nota que el lobo sucumbió a sus instintos animales, sacaría una navaja debajo de la mesita de noche y se lo incrustar en el hombro, para hacerlo entrar en razón. Katsuki desea no hacerlo nunca, ya que Deku se negara a tocarlo otra vez.

Pero, al ver esos ojos esmeraldas grandes suplicantes, que lo deje usar el bozal porque Izuku es muy terco y temeroso de su fuerza, de sí mismo en general. El conejito cenizo suspiró pesado, se incorporó aún los dedos en su interior busco algo a su lado, ganándose la curiosa mirada de Izuku.

— Tú siempre usas bozal, creo que es hora que yo use esta mierda. — Dijo, poniéndose una especie de correa ancha y con púas alrededor.

Ese tipo de correas fueron creadas para herbívoro, evitar en su mayor escala, ser atacados por carnívoros. Aquellos van a tirar a morder siempre a la yugular, dónde más sangre recorre en los seres vivos, para matarlos de una mordida.

Deku aquel arsenal no puedo evitar sollozar, agradecido que su amo lo tome en cuenta, no pudo evitar ronronear y frotar de manera melosa su cabellera rizada con la ceniza.

— A veces te poner muy empalagoso, me vas dejar oliendo a perro. — Rió burlón, dejándose mimar mientras abraza con fuerza al lobo.

— Quiero que mi amo huela a mí, para que sepas esos imbéciles que eres mío...

—¿Tuyo?¿Que mierdas dices? — Gruñó jaloneando una de las orejas verdes para que lo mirará de frente — Querrás decir, para que sepan que tú eres mío, y nadie más puede tocarte. Solamente yo tengo ese derecho. ¿Entendiste?

Deku chillo por repentino dolor en sus orejas pero, movió su cola feliz a pesar del jalón. Si, su amo tiene razón, es solamente suyo y de nadie más.  Se acercó sigiloso a los labios de su pareja para besarlo apasionado, mojado e intensificando los movimientos de ambas lenguas chocando contra la otra.

Un sonrojo sutil apareció en las mejillas blancas lechosas del conejito que bajo sus orejas largas por ese empujó, suave, delicado pero, firme. Arrugó sus cejas suspirando, echo su cabeza aun lado con cada embestida de los dedos en su entrada húmedas, entrando su saliendo, preparando para lo que se viene.

Abrió su boca dejando salir mil suspiros, jadeos y gemidos que iban solamente al lobito verdoso que chupa con ansias esos botones rosados, que se ponen rígidos con cada caliente lamida. Katsuki apretó más el agarré en los hombros de Deku, asegurando que no se vaya ir de su lado.

Varias pisadas se oyeron a fuera de la habitación, al parecer, unos novatos estaban curioseando un poco la zona prohibida. Izuku gruñó al oírlos, les daría una lección más tarde por interrumpir su gloria.

—¡Ah! — Aquel gemido o más bien, gritó de placer por parte de Katsuki, asustó a Izuku quien miro asombrado a su amo. —¡Ah, Izuku!¡Más rápido!

Katsuki tenía una sonrisa maquiavélica en su rostro, cosa que se sorprendiendo al lobo que no movía ni un músculo, no entendía porque estaba gritando para que los otros lo oyeran. Él mismo había pedido que mantuvieran el secreto de lao demás, entonces, ¿Por qué?

El conejito se acercó a las orejas puntiagudas para susurrar de forma sensual y provocativa — Hazme gritar, dejarles claro a quien le perteneces.

Y a Izuku, le encantó la idea.

•••

Boss Bunny - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora