06 - Resfrío de verano

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No pasó mucho desde la última vez que nos habíamos visto, esa vez que se había quedado a dormir en mi casa y habian pasado ciertas cosas... No era necesario entrar en detalles, era vergonzoso, y hasta hace poco ya lo había olvidado.
Unas dos semanas después d esto, quizás un poco más, quizás un poco menos, recibí una de las visitas rápidas de Lynette, que no venía más que para encargarme a Ferminet. Ella se iba con Lyney a continuar con sus obras a lo largo de Teyvat, esto duraría un mes como máximo, pero no más que eso. Si bien Freminet sabía cuidarse por su cuenta y estaba a cuidado de otras personas que le echaban un ojo de vez en cuando, resulta que para desgracia pescó un resfrío de verano, algo que era horrible... Pero en fin, me habían dejado bajo su cuidado.

No habíamos hablado desde lo que había sucedido aquella vez... Me sentí nerviosa y, si bien no podía negarme a cuidar a uno de mis amigos, deseaba morirme en ese instante, pero bueno... Aquí me encontraba, de camino hacia donde Freminet estaba.
Raras veces me dejaron a cuidado de personas, debido a mis defensas tan bajas y también porque me pongo nerviosa con facilidad, volviéndome completamente inútil y haciendo todo un desorden... Lo único que deseaba era que a mí amigo no le pasara nada, después de todo, este trío de hermanos me había acompañado desde mi llegada aquí, y no podía defraudarlos.

Fue así como... Bueno, me encontraba sentada al lado de donde reposaba Freminet, viéndolo. Parecía escucharme, pero estaba rígido y con los ojos cerrados, le costaba respirar por la nariz debido al resfriado. En casa no habían dejado nada como para medicarlo o hacerlo sentir mejor, así que básicamente lo único que podía hacer por el momento era esperar a que mejorara, dejarlo reposando y estar al pendiente de lo que necesitara.
Mi mano acariciaban su cabello dorado, tan suave y agradable al tacto. Nos habíamos hecho muy cercanos, tanto que el hecho de estar en silencio así no era incómodo en absoluto, y las expresiones, señas y contactos eran más que suficiente para entendernos. Aunque dijera que mi nivel de intimidad con los tres era la misma, era más que claro que con Freminet estábamos un nivel más arriba en nuestra amistad.

Sus ojos entrecerrados me miraban, una pequeña sonrisa aparecía en sus labios mientras continuaba mi atención en su cuero cabelludo.

—Lamento que si hayas tenido que venir aquí haya sido para cuidarme... Espero no serte una molestia—el rubio levantó su mano para acariciar el dorso de la mía, la misma la cuál estaba encima de su cabeza.—Soy ruidoso, ¿no es así?—bromeó.

—Si bastante ruidoso—le seguí el juego, mientras me sonreía y suspiraba, dándole un beso en su pálida frente.—Pero no te preocupes, no me ha molestado venir aquí. Haría lo que sea por un amigo—aseguré.

—¿Lo que sea?—repitió con una sonrisa maliciosa en su cara, a lo cual ambos nos reímos. Sin embargo, un pequeño rubor apareció en sus mejillas al beso.—Bueno... entonces sígueme acariciando así el cabello, me da sueño.—mandó suavemente, empujando su cabeza contra mi mano, buscando más contacto.

Le respondí asintiendo, y continué con mis caricias. Siempre creí que Freminet se veía como un ángel, y cuando dormía... Ni hablar. Su cara mostraba tanta tranquilidad a pesar del resfrió,era inevitable sentir sueño. En cuanto más dormido parecía, aprovechando para sentarme en el borde de la cama, y reposar mi cabeza en su pecho.

Cerré mis ojos, sintiendome como si estuviera en casa, mientras que el único sonido que me arrullaba eran los latidos de su corazón. Eran calmados, ninguno más acelerado que el otro, simplemente eran lentos y normales.
Nunca creí encontrar tanta tranquilidad en una sola persona, y por un momento, creí que la tranquilidad la podía encontrar sólo en lugares, pero fue pronto que me di cuenta que quienes hacían mi tranquilidad no sólo eran lugares físicos o lo que me gustaba hacer, sino también lo hacían las personas que me rodeaban. Personas como Lyney, como Lynette. Personas como Freminet.

Cuando todo parecía estar en tanta tranquilidad, quizás me estaba por dormir junto a él, sentí una caricia en mi cabello, lo cual me hizo abrir los ojos instantáneamente y volver mi mente a la tierra.

—¿Estás cansada? Ya sé, puedo ser muy agotador.—dijo el de ojos agua, sonriéndose para sí mismo.

—...¿Qué?—fue todo de lo que mi boca salió. Un rubor en mi cara aparecía, creí que Freminet estaba dormido, pero estaba equivocada.

—(name), por favor, sé que por la noche te vas y a la mañana vuelves pero, ¿Podrías hacer una excepción?—él se acomodo, moviéndose ligeramente en la cama, siguiendo pasando sus dedos entre mis mechones de cabello.—No quiero estar solo esta noche. Espero que no te sea una molestia, de lo contrario, lo entenderé, no te preocupes.

Quedé en silencio unos segundos, pensando si debía hacer algo en la noche o si sería correcto o no quedarme.

—Por supuesto que puedo. Además, tus hermanos me matarían si te dejo solo y te sucede algo en mi ausencia.—afirmé, levantando mi cabeza para mirarlo y acariciar una de tus mejillas en la palma de mi mano.

—Ah, eso es un alivio. ¿Sabes?, este resfrío es el peor que he tenido, apartando que hace calor y no me puedo refrescar como quisiera.—Murmuró quejándose, pasando una de sus manos por tu frente en frustración.—Por cierto, ¿Puedes dormir en mi habitación? Realmente no quiero estar solo...

—¿En tu habitación?—repetí. Al parecer, esta noche no descansaría, pero no me encontraba realmente quejando, si todo era para ayudar a un amigo, valía la pena.—Ah, si, está bien.

—De igual manera, quiero que tu también descanses, así que, dormirás conmigo. Sé que te puedo enfermar, pero en serio...

—Frem...—estaba reconsiderando mi decisión de quedarme en la misma habitación de él. Si yo me enfermaba, ¿Quién iba a cuidar de él? No me podía arriesgar.—No puedo, ¿qué haré si me enfermó? ¿Quién te cuidará?

—(Name), por favor... Es lo único que pido, en serio, después de eso, no lo volveré a pedir, de verdad.—rogó. Estaba haciendo ojitos de perro para convencerme y, bueno, nunca creí ser tan vulnerable a una cara así...

—Ahh...—suspiré, cerrando mis ojos en frustración, y luego volviéndolo a mirar.—Muy bien, pero solo esta vez, ¿Eh?

꒰Drowning In Your Arms꒱ [FreminetxFemReader] '🐧. . #Donde viven las historias. Descúbrelo ahora