entre nosotros ─ yunway (spainrp).

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❛❛ Feeling Good. ❜❜

Conocían que no era una despedida, pero lo sentían así, ser de dos mundos diferentes a veces tenía sus consecuencias, esta solo era de las más leves. Yun con un puchero se aferraba a la camisa del Super Intendente, atento de mantenerse oculto a la mirada anonada de los oficiales de turno tarde, que seguramente ya hablaban por radio sobre la aparición del Jefe de la Ciudad, mucho menos esperaron verlo acompañado y muy apegado a lo que parecía ser un pequeño y menudo Omega, encubierto con la capucha de su chaqueta ocultando su cabello y tatuajes, junto a una bandana que ocultaba sus pecas, colmillos y encantadores labios.

— Tengo que irme — Recordó Conway, no como un regaño pues encontraba bastante tierno que el omega, se negara a dejarlo ir. Él tampoco quería alejarse — Prometo ir a verte al taller.

Cuando Conway parecía finalmente ser liberado por su acompañante, el de pequeña estatura salió disparado nuevamente hacia el mayor cuando este subía las escaleras a comisaria, donde sus oficiales como viejas chismosas los veían, todos pegados y amontonados cerca de los vidrios para descubrir cual era el secretito con patas del Jefe.

Yun no tuvo reparos en tomar a su ardiente Alfa, realmente el uniforme de madero le sentaba bien, la camisa blanca que dejaba a la imaginación su fuerte pecho y grandes pectorales, el pantalón negro que resaltaba sus fornidos muslos y fuertes piernas, aquella corbata, nueva, por cierto, que daba juego a millones de fantasías de la pareja, da una más pervertida y acalorada que la anterior. Lo tiro de la corbata, exigiendo atención, antes de jalarlo, apretándola en su garganta y obligarlo a dejar su rostro a su altura, ronroneo alto y coqueto antes de plantar el beso mas fogoso y demandante que le allá dado a alguien, para alejarse mordiendo el labio inferior del mayor, luego de succionarlo, dejando aparte de la marca de sus dientes, un chupón de su parte.

Ojeo a los oficiales, perplejos antes de gruñirles, mostrando una mirada animalizada, declarando que Jack Conway, era suyo y pobre del que se negaba a creerlo.

Posteriormente, Yun le sonrió tan picaron he inocente que le arrebato una sonrisa risueña al gruñón alfa, que sentía que seria un buen día, luego de la chispa pasional que le otorgo, no podía esperar a llegar a casa, pues antes de salir de su penthouse, Conway le obsequio un juego de llaves de su hogar, mencionando que era bienvenido cuando quiera y lo necesite, aquello desencadeno en que llegaran una hora mas tarde de lo previsto, debido al furtivo sexo mañanero que tuvo con su tigresito.

— ¡Moved el culo, nenazas! — Ordeno en un rugido al entrar a su comisaria, asustando a todos los presentes, alfas, betas y los pocos omegas policías. Arranco la radio del chaleco de Greco Rodríguez para anunciar su llegada, luego de una semana des–estresante — ¡Todas las unidades, hagan 10-08 vamos a reasignar esta mierda! — Anuncio a gritos antes de alejarse y subir al segundo piso, tenía que ver como sus comisarios habían sobrevivido sin él, a su parecer, nadie podría vivir sin él, y su Yunnie era su clara muestra.