Érase una vez, hace mucho, mucho tiempo, existía un mundo paralelo donde, al principio, habían muchos animales, que llevaban miles de años desarrollándose para ser el animal dominante del mundo. Desde acuáticos con muchos metros de lago y gran velocidad para moverse hasta terrestres o voladores no muy grandes. Todos habían luchado entre ellos por ser el animal más grande, fuerte, poderoso y mejor del mundo, ya que todos creían que debían serlo. Los mamíferos más grandes y rápidos decían que debían mandar ellos porque podían conseguir lo que el pueblo quería. Los más pequeños y bonachones decían que no, que los grandes y fuertes buscarían su propio beneficio y acabarían comiéndose al pueblo, por lo tanto ellos que eran buenos debían ser los líderes. Otros decían que sin los fuertes podrían invadirlos pensando que son demasiado débiles y así hubo una gran discusión entre todos los animales. Hasta que un día, una familia de leones, que habían sido desterrados por conspirar contra los líderes de ese momento, tuvo una leona. Ese día nadie lo celebró con ellos porque habían sido desterrados, pero lo que no sabían era que esa leoncita cambiaría el rumbo de sus vidas. Más tarde la leona creció, en un ambiente no muy bueno que digamos, pero con una crianza de lo mejor porque sus padres le enseñaron valores. El día de la muerte de su madre, la leona entristeció mucho y decidió salir en busca de justicia social, que era lo que la madre había anhelado toda su vida. Como nadie sabía de la existencia de ella, nadie sabía que era una desterrada. Fingió durante mucho tiempo que era huérfana y así la contrataron para que ayudara a el príncipe de ese momento que era un tigre. Ella ayudó mucho a la familia y después de varios años, cuando la familia real confiaba en ella. Dio un golpe de estado, se reveló contra la monarquía desde dentro porque los tigres había estado muchos años reinando, y todos esos, quitándole derechos al pueblo, excluyéndolos, quitándoles la comida y muchas cosas horribles. Así que ella echó a los tigres del reinado y ella empezó a reinar. Se casó con un leopardo desterrado y entre los dos crearon una monarquía que trajo La Paz al pueblo y al mundo en general.