Érase una vez una chica muy guapa y muy muy rica, prácticamente millonaria llamada Maddie, que tenía 3 hermanas pequeñas y no tenía padres. Ella al ser tan joven no tenía tiempo para a estudiar, cuidar de sus hermanas... Así que un día se le ocurrió buscar niñeras. Fue probando una por una y ninguna le gustó. Decidió probar con niñeros y los primeros que probó ninguno las trataba como quería ella. Estuvo a punto de rendirse y cuidarlas ella misma pero entonces contrató a Eric ya que le récordó a su situación. Él necesitaba trabajo porque no tenía padres, al igual que ella, para poder vivir. Eric estuvo unos meses trabajando para Maddie y cuando ella se dió cuenta de que vivía en un motel, le ofreció una habitación en su mansión.
Maddie y Eric se fueron conociendo mientras pasaba el tiempo y al final se acabaron enamorando el uno del otro. Gracias a no tener prejuicios Maddie conoció al amor de su vida.