Y la admire.
La admire cual infante a su madre.
La admire hasta amarla con la loca pasión de dos amantes de madrugada.
La admire y me enamore sin amarla, un amor indescriptible, imperceptible a los ojos ignorantes de los ajenos a este sentimiento; después de entender y ver la realidad como se presenta ante todos.
La admire y observe con atención que ella es lo que yo desearía ser... llegue a un punto de inflexión donde todo lo que estaba en mi vista era mi admiración por ella, mi necesidad de protegerla, mi idolatración enfermiza.
Mi mente corrompida por querer todo lo que ella tenía, por ser todo lo que ella era; al no poder tenerlo, al aceptar que ella no es quien yo soy y que ella no es quien llegare a ser jamas me di cuenta que no soy mas que un inocente sin criterios ni escrúpulos...
Solo eso, un inocente que no conoce acerca de la verdadera vida, de la realidad como se vive y la oscuridad que en ella reside.
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𝓒𝓪𝓻𝓽𝓪𝓼 𝓭𝓮 𝓪𝓶𝓸𝓻 𝓪 𝓾𝓷 𝓼𝓾𝓮ñ𝓸 𝓹𝓮𝓻𝓭𝓲𝓭𝓸
Poetry"𝑆𝑖𝑔𝑜 𝑒𝑙 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧ó𝑛 𝑎𝑙 𝑒𝑠𝑐𝑟𝑖𝑏𝑖𝑟 𝑦 𝑒𝑙 𝑠𝑢𝑒ñ𝑜 𝑑𝑒 𝑚𝑖 𝑎𝑙𝑚𝑎, 𝑎𝑙 𝑝𝑒𝑟𝑚𝑖𝑡𝑖𝑟𝑙𝑒 𝑎𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜 𝑑𝑒𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑡𝑒𝑚𝑜 𝑦 ℎ𝑢𝑦𝑜, 𝑎𝑙 𝑞𝑢𝑒 𝑡𝑎𝑛𝑡𝑜 𝑎𝑚𝑜 𝑦 𝑎𝑑𝑜𝑟𝑜 𝑐𝑢𝑎�...