Algunas veces el amor es negado desde el nacimiento, así que cuando lo tienes al frente puede ser difícil reconocerlo. Jack Hanma cargaba con una promesa de venganza sobre sus hombros, Yumi Hanayama traía consigo el peso de su apellido. Ambos eran d...
¡Holis! Mi nombre es Lory, y si están por acá quiero darles la bienvenida.
Este es un fanfic inspirado en mi amor por los personajes secundarios y en verme Baki en menos de un mes. Jack es un personaje que merece mucho más amor y tengo esa necesidad de darle una chica linda que lo quiera tal y como es.
Escribí esto básicamente para mí, no es un fandom del que haya leído algo que me gustara y pues decidí hacer esta historia que espero no sea tan larga, pero si le dan una oportunidad y me acompañan por este viaje, sería genial.
Sin más, les dejo el primer capítulo de esta historia que espero disfruten tanto como yo escribiéndola, un abrazo a la distancia ❤
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¡Nunca planeé vivir una vida larga! Hace tiempo que estoy dispuesto a cambiar el cuerpo más fuerte que jamás haya existido por la muerte. "
– Jack al Dr. John.
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Yumi era hermana mayor de Kaoru Hanayama, de veintitrés años, una chica de cabello negro, largo hasta llegar casi a la parte baja de la espalda, de estatura mayor al promedio para una japonesa y de temperamento fuerte y decidido cómo el de toda su familia. Y aunque su destino era casarse con el jefe de un clan aliado, dejó en claro que quería forjar su propio camino. Así que después de meses de conflicto, logró que su madrastra convenciera a su padre de desistir, aunque fuera de momento; además, su hermano se había encargado del pretendiente que de un momento a otro declinó la oferta de matrimonio. Su vida se regía bajo un duro código familiar, siempre la tenían bajo la mira, ejerciendo un control que ella detestaba.
Jack, era un Hanma, aunque no quisiera, con veintiséis años su único objetivo en la vida era ser lo suficientemente fuerte para derrotar a su padre y poder vengar lo que le hizo a su madre. Ese desprecio lo llevó a casi perder la vida, su cuerpo no era resistente, pero las drogas y constantes operaciones se habían encargado de una parte del problema, el entrenamiento constante y su motivación, harían lo demás.
Esa tarde Jack caminaba por el parque, de repente el repelús que sentía cuando su padre estaba cerca lo hizo ponerse en guardia, los pasos se empezaron a escuchar más cerca y pronto a su lado caminaba ese hombre. No hablaron, ambos eran de pocas palabras y el orgullo tampoco los dejaría tener una conversación normal, sin embargo, ahora el camino era dirigido por Yujiro, cruzaron la calle y se detuvo frente a un pequeño restaurante japonés perteneciente a Yumi, Jack también detuvo su camino, tenía hambre y nunca había visto el lugar. De pronto Yujiro soltó un grito
— ¡Hanayama! ¡Sal de ahí!
El jefe de la segunda generación del grupo Hanayama está en lugar y reconoce muy bien la voz, aún así, se toma su tiempo para salir. Después de un momento se topa con los dos Hanma, tan altos e imponentes que intimidarían a cualquiera
