Sentí un gran escalofrío recorriendo mi cuerpo cuando sus ojos se encontraron con los míos, su brazos era cálidos y fuertes, sostenía la barra sin problema alguno. Por su frente recorría sudor pero eso no le quitaba lo atractivo que lucía al estar tan cerca de mi.
- ¿Tn estás bien? - Que curioso me dijo lo mismo que esta mañana.
Me deslizó en el suelo tan delicadamente que apenas pude percibirlo.
- Si, disculpa. Gracias. - Dije mientras me levantaba.
- Espera no tan rápido podrías marearte. - dijo mientras me sostenía mis hombros.- Te traeré agua y un poco de hielo.
Fue a los lockers y sacó de su mochila un par de toallas frías para colocarlas en mis muñecas.
- Esto te ayudará con la inflamación- Dijo mientras las colocaba.
- Gracias... mmmm.
- Changbin, Seo Changbin.- dijo y por un momento quise desaparecer.
- Lo siento. - dije y sonrió.
- (tn) no tienes porque disculparte. Listo, déjalas unos 15 min y descansa. - Dijo al terminar de colocar las toallas.
- Gracias, una vez más. Changbin - dije y me dedicó una sonrisa.
- Ven, te ayudo a levantarte. - Sostuvo mis codos mientras nos dirigíamos a los lockers. - Con cuidado. - Decía en el camino. - ¿Cuál es tu mochila?
- La roja.- dije y el la tomó. - Está bien puedo llevarla.
- Está vez déjame ayudarte, te acompaño a casa.
Asentí mientras le dedicaba una sonrisa y Changbin me devolvió la sonrisa.
- Vamos. - Dijo y asentí.