- Desde ahora vivirás en el palacio, no podrás salir a menos de que seas supervisado, tienes prohibido invitar gente y prohibido escapar -
- ¿Me estás diciendo qué básicamente este castillo es mi cárcel? -
- a menos de que prefieras morir -
- Ok, ok, solo bromeaba - Evan se limitaba a solo observar a Johan, era solo un poco más bajo que el, su pelo era oscuro, ojos dorados, taía un traje de color azul, y siempre se mantenía firme -
No fue hasta que alguien trajo una llave, el más bajo la tomó y abrió la celda en la que se encontraba Evan.
Dudó en salir, no podía confiar tan rápido en alguien de quien ni sabe su nombre, hasta que Johan habló:
- ¿Qué esperas? No tengo todo el tiempo del mundo sabes - ordenó el pelinegro, a decir verdad si tenía tiempo, solo quería sonar intimidante -
- Bien, tú ganas - Evan se levantó y salió de aquella celda - ¿Y ahora? -
- Sígueme - ordenó -
Los cielos del Infierno eran de un color rojo, pero raras veces se ponían azules, esto debido a la presencia de ángeles cerca. Los ahora rojos cielos se encontraban despejados.
El lugar era un maldito laberinto, según el rubio, había demasiados pasillos, ¿Cómo no se perdían?
- Oye principito -
- No me llames así -
- Jajaja, ni siquiera se como te llamas, ¿Cómo te llamas? -
- Soy Johan ¿Y tú? -
- Evan -
- Bien Evan, espero que no seas un dolor de cabeza - lo último lo dijo en forma de susurro, paraque no lo escuchara el más alto -
- Principito - otra vez lo llamó así - ¿Dónde dormiré? -
- Si sigues fastidiándome, en el suelo -
- Awww, que malo eres :c -
- Ush -
Mientras ambos caminaban, en el mismo pasillo apareció Iron:
- Tú y yo, debemos hablar, AHORA - ordenó el mayor refiriéndose claramente a Johan -
Mentiría si dijera que no le temía a Iron, el hecho de que la mayoría de veces siempre andaba enojado era intimidante.
- No deberías hablarme así - sin más solo le siguió al paso a Iron - Quédate ahí ¿Sí? - le dijo a Evan -
- Okey principito! - se despidió el rubio sonriendole -
- ¿De verdad piensas dejarlo vivir aquí? -
- Si, ¿Algún problema? -
- Actúa como si tuviera 5 años - dijo viendo al rubio jugar o romper lo que estuviera a su alcance, pues Iron y Johan no estaban tan lejos por lo que podían observarlo -
- Ush, tampoco es para tanto ... actúa como de 2 ... -
- Ja, ya hablando enserio, llegara un reino vecino en unos meses, hay que dar una buena impresión, sobre todo tú he galán? jajaja - Iron le dio un codazo a Johan, sabiendo este de que hablaba -
- A si ... - un rubor apareció en sus mejillas, la princesa de ese reino era Quenie, la chica que le gusta y su antigua amiga de la infancia -
- Bueno, tú sabrás que hacer con él, ten suerte - sin más el mayor se fue, Johan se volteó a ver al rubio, sin embargo este ya no estaba -
ESTÁS LEYENDO
•º El príncipe y el ladrón º•
DiversosJohan es un príncipe para nada encantador, Evan es un ladrón inmaduro Como dos personas opuestas pueden gustarse ... Ya lo veremos