Capítulo 3 Imbécil

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- Desde ahora vivirás en el palacio, no podrás salir a menos de que seas supervisado, tienes prohibido invitar gente y prohibido escapar - 

- ¿Me estás diciendo qué básicamente este castillo es mi cárcel? - 

- a menos de que prefieras morir -

- Ok, ok, solo bromeaba - Evan se limitaba a solo observar a Johan, era solo un poco más bajo que el, su pelo era oscuro, ojos dorados, taía un traje de color azul, y siempre se mantenía firme -

No fue hasta que alguien trajo una llave, el más bajo la tomó y abrió la celda en la que se encontraba Evan.

Dudó en salir, no podía confiar tan rápido en alguien de quien ni sabe su nombre, hasta que Johan habló:

- ¿Qué esperas? No tengo todo el tiempo del mundo sabes - ordenó el pelinegro, a decir verdad si tenía tiempo, solo quería sonar intimidante -

- Bien, tú ganas - Evan se levantó y salió de aquella celda - ¿Y ahora? -

- Sígueme - ordenó -

Los cielos del Infierno eran de un color rojo, pero raras veces se ponían azules, esto debido a la presencia de ángeles cerca. Los ahora rojos cielos se encontraban despejados.

El lugar era un maldito laberinto, según el rubio, había demasiados pasillos, ¿Cómo no se perdían? 

- Oye principito -

- No me llames así - 

- Jajaja, ni siquiera se como te llamas, ¿Cómo te llamas? - 

- Soy Johan ¿Y tú? -

- Evan -

- Bien Evan, espero que no seas un dolor de cabeza - lo último lo dijo en forma de susurro, paraque no lo escuchara el más alto -

- Principito - otra vez lo llamó así - ¿Dónde dormiré? -

- Si sigues fastidiándome, en el suelo - 

- Awww, que malo eres :c -

- Ush - 

Mientras ambos caminaban, en el mismo pasillo apareció Iron:

- Tú y yo, debemos hablar, AHORA - ordenó el mayor refiriéndose claramente a Johan -

Mentiría si dijera que no le temía a Iron, el hecho de que la mayoría de veces siempre andaba enojado era intimidante.

- No deberías hablarme así - sin más solo le siguió al paso a Iron - Quédate ahí ¿Sí? - le dijo a Evan -

- Okey principito! - se despidió el rubio sonriendole -

- ¿De verdad piensas dejarlo vivir aquí? - 

- Si, ¿Algún problema? -

- Actúa como si tuviera 5 años - dijo viendo al rubio jugar o romper lo que estuviera a su alcance, pues Iron y Johan no estaban tan lejos por lo que podían observarlo -

- Ush, tampoco es para tanto ... actúa como de 2 ... - 

- Ja, ya hablando enserio, llegara un reino vecino en unos meses, hay que dar una buena impresión, sobre todo tú he galán? jajaja - Iron le dio un codazo a Johan, sabiendo este de que hablaba -

- A si ... - un rubor apareció en sus mejillas, la princesa de ese reino era Quenie, la chica que le gusta y su antigua amiga de la infancia -

- Bueno, tú sabrás que hacer con él, ten suerte - sin más el mayor se fue, Johan se volteó a ver al rubio, sin embargo este ya no estaba -

•º El príncipe y el ladrón º•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora