Tengo que decir que lean esta parte que pueden prever lo que pasara, no sera bueno :c
Dentro de un palacio diferente al que donde estaban los protagonistas, Quenie miraba desde su ventaba su propio reinado, desolado y sin esperanza de nada, así debía ser.
La castaña esperaba la llegada de alguien, para especificar uno de sus sirvientes, fue de la nada cuando por fin apareció.
- Princesa, ya me encuentro presente ante usted - dijo su subordinado dando una reverencia -¿A qué se debía su llamada a mi? -
- Te tardaste demasiado - mencionó la más alta, con un tono muy vulgar, a lo que todos en el castillo y en su reino lo sabían, Quenie siempre se ha destacado por una actitud cruel y despiadada, como por un lenguaje malo -
- Disculpe la tardanza majestad, tenía un encargo, ¿Pero a que se debe su llamada? -
Quenie frunció el ceño recordando a la persona que le provocaba su enfado, aquel enano que solo le había provocado problemas.
- Necesito que llames a todos los guardias que puedas - mencionó la castaña -
- ¿Ah? ¿Podría saber la razón? - preguntó el sirviente -
Quenie solo suspiró, se dio la vuelta para ver a su sirviente, este estaba algo asustado por el gesto de la chica, pues era uno frío y con fastidio.
- Asegurate de que nadie más que tu, los guardias y yo lo sepamos - mencionó seria por el simple hecho de tener que cortarle la cabeza a aquel hombre si abría la boca -
. . .
- ¡Pero! ¡Princesa! ¡Eso es peligroso de hacer! -
- ¡Dudas en mis órdenes!? - preguntó desafiantes la más alta -
- ¡No claro que no! Pero ... -
- Pero ve a cumplir la maldita orden que te di, ahora - habló con crueldad la chica, haciendo que incluso el hombre solo hiciera una reverencia y huyera prácticamente -
Quenie al quedar sola, se quedó mirando la ventana, pensaba en todo lo que estaba planeando, pero el toqueteo de la puerta la distrajo de sus pensamientos.
- ¿Quenie? - preguntó alguien asomándose desde la puerta de su cuarto -
- ¿Que haces aquí Greta? - preguntó la castaña aliviadonse de todo el ajetreo que se amontonaba en su mente -
- Yo ... escuché a uno de los sirvientes hablar de algo ... ¿Por qué lo haces? - preguntaba la pelilila sin entender muy bien -
La mayor simplemente a paso lento se acercó a Greta, luego con sus manos la sostuvo del rostro, haciendo que la de ojos blancos la viera.
- Esto lo hago por nosotras, por ti haría lo que sea, con tal de que vivamos bien - dicho esto la castaña apegó su frente con la de Greta - De quien escuchaste aquello - preguntó Quenie volviendo a su tono frio -
- del sirviente que acababa de salir - rio ante eso, al parecer el miedo lo había dominado -
- Tu tranquila, yo me encargaré de todo, mañana saldremos si? - Greta solo asintió y se fue de ahí -
Ahora sola debía pensar en otra cosa más
Ejecutar a ese sirviente, al menos esperaba que con eso cerrara la maldita boca.
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•º El príncipe y el ladrón º•
De TodoJohan es un príncipe para nada encantador, Evan es un ladrón inmaduro Como dos personas opuestas pueden gustarse ... Ya lo veremos