El sol estaba en su parte más alta, brillante y vibrante iluminando el camino de ese frío día.
Para su deleite; las aves cantaban por doquier y la brisa movía su cabello dorado.
Jimin miraba por la ventana del vehículo y fotografiaba todo lo que llamaba su atención.
— ¿Vivirá en la mansión? — preguntó el chófer.
Sonrió — Desde pequeño me han llamado mucho la atención las casas grandes y antiguas. Haber conseguido esa en tan bajo precio ha sido simplemente un sueño hecho realidad para mí, así que espero volverla mi hogar.
El hombre de tal vez cincuenta años permaneció callado unos segundos y miró por el retrovisor al joven que parecía estar desbordando de felicidad — ¿Investigó al menos?
— ¿Investigar?
— Bueno... No he oído cosas buenas sobre esta zona, en específico esa mansión. Ha estado vacía por más de cien años y mucha gente afirma haber escuchado ruidos provenientes del interior, incluso han reportado luces en las ventanas.
— La inmobiliaria se encargó de limpiarla y dejarla lista para mí. Puede que hayan habido habitantes de calle que se albergaban allí — levantó los hombros restando importancia y llevó la cámara hacia su ojo para tomar una foto a un enorme portón que le daba la bienvenida a la Mansión Jeon.
Por alguna razón, el taxista estaba aterrado y se negaba a llevar al rubio hasta más adentro — Lo siento, pero solo puedo traerlo hasta aquí. Tendrá que seguir usted solo a partir de ahora.
Jimin miró la enorme maleta de cuero marrón a su lado y suspiró sin remedio — Vale, muchas gracias.
Se bajó del auto y como pudo arrastró el equipaje hasta la arena. Sacó dinero de su billetera y pagó.
— Cuidese mucho — dijo el hombre antes de pisar el retroceso, girar para volver al camino y desaparecer de la vista del rubio.
Buscó en su bolsillo la llave que abría el portón de entrada al terreno y entró con la pesada maleta, parando cada dos minutos para descansar y cambiar de brazo.
A pesar de que era un joven sano y hacia deporte, no contaba con tanta fuerza y eso era algo que en ocasiones le frustraba.
Mientras más se acercaba a la casa, todo resultaba ser más hermoso ante sus ojos. Habían fuentes, estatuas y una gran cantidad de flores. La arquitectura y diseño del lugar era impresionante; todo lo que a él le gustaba.
Abrió la puerta y encendió las luces, iluminando todo el lugar gracias a unos candelabros de al menos metro y medio cada uno.
Su sonrisa no podía ser más grande. Ahogó un grito de emoción y corrió para subir las escaleras y abrir puertas como loco.
La inmobiliaria se había encargado de dejar todo totalmente limpio y colocar sábanas nuevas en las siete camas que habían en las siete diferentes habitaciones.
Los baños eran lujosos y todos tenían jacuzzi y excentricidad por todos lados, sin perder el toque clásico. Escogió su cuarto y fue a por su maleta para comenzar a desempacar y ordenar sus cosas.
Cuando la noche finalmente había caído, Jimin se dirigía a tomar un baño para luego bajar a la cocina y hacerse algo de comer con las pocas cosas que había llevado de despensa.
Su baño tenía un espejo que ocupaba toda una pared y medía un total de cuatro metros, haciéndolo sentir muy pequeño.
Algo cohibido se comenzó a desnudar, mirando su reflejo mientras se sentía observado por más que sus ojos.
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SOMEBODY - KOOKMIN
FanfictionJimin es el nuevo propietario de una mansión, la cual tenía más de 100 años abandonada. ¿Su estancia en ese lugar será tan mala como le advirtieron? - Kookmin - Romance - Suspenso - Smut +18 Disfruta de esta mini historia