SOMEBODY - KOOKMIN

Closer to you

  Habían hecho el amor incontables veces y parecían no querer detenerse.
Ambos estaban desnudos regalándose caricias sobre la cama.

— Me gustas mucho.

— Tú me gustas más — dejó un beso sobre su nariz de botón — ¿Cómo te sientes?

— Vivo...

— ¿Eso significa bien?

  Jimin sonrió — Más que bien — le devolvió el besito en la nariz.

— ¿Quieres que te haga de comer?

— ¿Lo harías?

— Con muchísimo gusto — se levantó y recogió su pantalón que yacía en el suelo — si quieres toma una ducha mientras preparo algo.

— Vale.

Entró al baño con una sonrisa imborrable en su rostro. Miró su cuerpo desnudo frente al gran espejo y recorrió con sus dedos todas las marcas que tenía sobre él.
 
  Mordió su labio recordando lo ocurrido anteriormente y ahogó un grito de felicidad.

  Rápidamente se lavó y vistió un pijama, bajando a buscar al mayor.

— Podría acostumbrarme a esto — dijo al entrar a la cocina.

— Por mí no hay ningún problema — se besaron.

— ¿Qué hiciste?

— Aún estoy en ello... Trato de hacer algo al estilo oriental, con muchas especias y condimentos, ¿es de tu agrado?

— Tú eres de mi agrado.

Después de comer se sentaron en la sala a tomar lo que había quedado de vino en aquella primera cena juntos.

Jimin le mostraba algo de la página en donde trabajaba.

— ¿Son muy valiosas?

— Hay algunas cosas que valen hasta un millón de dólares y gano buena comisión al venderlas. Las publico en la página y se hace una especie de subasta. Quienes tienen las pertenencias me llaman y yo me encargo de tomar las fotografías y postearlas.

— Impresionante... Eres muy buen fotógrafo — pasó a la siguiente imagen — ¿Cómo conseguiste esta casa?

— Justo en mi trabajo — sonrió — los de bienestar raíces me contactaron para publicarla y el precio me pareció absurdo por el tamaño y las comodidades. Sin mencionar que la entregaban amoblada. No pensaba perder esa oportunidad.

— Me alegro de que la hayas comprado tú... Sino no te habría conocido.

— También yo... ¿Pero qué hay de ti?, ¿compraste tu mansión o era de tu familia?

— Era de mis padres, sí. La heredé junto al viñedo.

— Entiendo... Supongo que ellos ya...

— Murieron.

— Lo siento.

— ¿Y tu familia?

— Viven en la ciudad. Mi mamá, mi papá y mi hermano menor. No somos muy cercanos pero no hay problemas entre nosotros... En algún momento te los presentaré.

— Vale — miró el reloj en la pared — debo irme, ¿puedo venir más tarde?

— Me molestaría que no lo hicieras.

  Jungkook le dió un beso en los labios y caminaron hasta la salida.

— Tengo un plan divertido para después.

— No puedo esperar.

— No olvides el medicamento.

— No lo haré.