SOMEBODY - KOOKMIN

Jungkook

             27 de mayo del 1920

— Buen día, padre — tomó asiento en el gran mesón y acomodó la servilleta sobre sus piernas.

— ¿Has dormido bien?

— Odio que el sol me despierte dándome justo en la cara cada mañana — se quejó.

— Hay siete habitaciones y somos solo tres personas. Puedes fácilmente escoger otra.

— Prefiero seguir quejándome.

  La mujer tomó asiento al lado del caballero de barba y le dió un beso en los labios — Buenos días, querido.

— Buen día, cariño, ¿dormiste bien?

— Dormí excelente — sonrió — ¿Tú?

— Dormir y despertar a tu lado es una bendición — asintió.

— ¿Harán eso todos los días? — preguntó el menor.

— Hijo. Cuando tengas esposa debes hacerla sentir amada, deseada y valorada. Cada día tienes que recordarle lo mucho que te gusta y hacerle saber lo mucho que le amas. Ser detallista tanto en palabras como en acciones.

— No pienso casarme nunca.

— No digas eso — le regañó su madre.

— Mejor cambiemos de tema, yo amanecí muy bien. Gracias por preguntar — dijo sarcástico con un toque de humor que hizo sonreír a sus padres — les tengo un regalo.

  Se levantó a buscar algo y llegó con un pequeño cuadro enmarcado, dónde se ilustraba la familia — Lo hice ayer.

— ¡Es hermoso! — la mujer se acercó a darle besos — Eres tan talentoso. Mira los detalles Junhyung.

— Simplemente excepcional. No tengo dudas de que serás el artista más grande de nuestra época.

  Jungkook sonrió feliz de que le hubiese gustado la pintura a sus padres — Espero ser reconocido algún día.

  Los años fueron pasando y el mayor de los Jeon estaba preocupado por el apellido de la familia. Necesitaban urgentemente casar a Jungkook.

— Ya va a cumplir treinta años y no ha traído a una sola mujer de forma oficial. Solo se las lleva a la cama un par de noches y no se compromete — el anciano se quejaba — en poco tiempo moriré y no veré a nuestro hijo teniendo una familia. Me preocupa el futuro del viñedo, me preocupan nuestras propiedades; me preocupa su futuro.

— Tranquilízate, cariño. Creo que vamos a tener que intervenir nosotros y arreglar una boda.

— ¿Pero con quién?

— ¿Qué tal la hija de Seoyon?

— ¿Crees que a Jungkook le guste?

— Su familia es de las más poderosas del estado... Creo que sería conveniente si los casamos y nuestros bienes crecen.

— Iré a visitarlos por la mañana...

   El pelinegro acomodaba su traje frente al espejo. Sus padres le habían pedido vestirse de forma elegante para una cena muy importante.

  Peinó su cabello hacia atrás y encima se colocó un gaban largo.

— Hora de bajar — avisó su madre tocando la puerta.

  Jungkook salió y la siguió — ¿Tendremos invitados?

— Y no invitados cualquiera. Son los Min.