~¡Obedeceme! ~ Twilight // Emmett C.~ Seth C.

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El verano había llegado y pasado como siempre, y ya habían transcurrido dos meses del nuevo año escolar.

Forks estaba lleno de recién graduados. Muchos de ellos buscaban nuevos empleo o mejores, mientras que otros se preparaban para ir a la universidad.

Bella y sus amigos fueron parte de la nueva generación de estudiantes del último año de este año. Esto también incluía a varios de los chicos Cullen, pero no a todos.

Edward, Alice y Jasper fueron los únicos que quedaron de los Cullen que se "graduaron" en su casa.

Fueron dejados atrás por Rosalie, Malek y Emmett, quienes casualmente eran parte de la graduación del año pasado.

Lo que significaba que los tres se iban a hacer lo suyo mientras sus hermanos todavía estaban atrapados en la escuela.

Rose y Malek se fueron de vacaciones de verano después de la ceremonia de graduación.

Terminaron casándose nuevamente. Renovando sus votos por lo que podría ser la centésima vez.

Los dos enviaron postales de su luna de miel en Canadá a su familia. Adjunto se encontraban hermosas fotografías de la boda, como el lugar y Rose con un vestido extravagante.

Los propios Cullen no estaban molestos porque no pudieron ir a la boda. Muchas veces, Rosalie y Malek simplemente se marchaban para casarse de nuevo, así que no era algo impactante.

Esta no era la primera y sería la última vez. Además, ya habían estado en muchos de sus otras bodas, ¿qué pasaría si se perdieran una?

Sin embargo, no fueron los únicos de los chicos Cullen que se marcharon cuando llegaron las vacaciones.

Emmett y Alexander también se habían ido.

Pero a diferencia de Rose y Malek, quienes finalmente regresaron a casa después de que terminó el descanso; los dos se mantuvieron alejados.

Muchos de los miembros del clan Cullen intentaron contactar a la pareja pero tuvieron poco o ningún éxito.

En la remota posibilidad, uno de ellos logró comunicarse con uno de los dos, solo Emmett contestaría la línea.

-¿Quién está ahí?- El chico le preguntaría al hombre más alto, mientras entraba al salón desde su dormitorio compartido. Esos grandes ojos de ciervo lo taladraron tan bien, llenos de satisfacción y dicha.

Entonces, el oso simplemente se encogía de hombros antes de colgar a quien estuviera hablando por teléfono.- No hay nadie de quién preocuparse, Ángel.-

Nadie supo nada de Alex.

Incluso si pidieran hablar con el chico, Emmett lo cerraría inmediatamente.

-Está ocupado, inténtalo de nuevo más tarde.- Había gruñido levemente antes de colgar nuevamente.

El oso no dejaba que nadie hablara con el más pequeño. No quería que nadie arruinara el buen humor de su pareja.

Ni su padre, ni sus hermanos, ni ningún drama entre Edward y Bella.

Planeó todo este descanso para que su pareja se relajara sin preocupaciones y finalmente tuviera algo de tranquilidad.

Todo el dilema de James de principios de ese año todavía estaba muy fresco en sus mentes.

Estas vacaciones eran sólo para ellos.