La Muerte y su Belleza

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En la penumbra sombría y eterna, brotan versos en honor a la muerte, una belleza oculta, tan distante, que en su abrazo eterno revela su suerte.

Oh, muerte misteriosa y tan callada, tu silencio profundo, casi en suspiro, eres una estampa, tan escabrosa y sin embargo, irradias un hermoso retiro.

Tu aparición, cual sombra en la noche, devora vidas, sin importar su encanto, y aunque la humanidad huye de tu roce, tu esencia etérea nos trae calma y encanto.

Tu presencia, sutil como el viento, los corazones entumece con sigilo y en tus manos de paso lento, la realidad del ser se disipa en un suspiro.

Oh, elegante dama de lo eterno, que en tu abrazo frío todo lo cobijas, la vida efímera devuelves al averno, mientras en tu danza de sombras desapareces.

La muerte, sí, también es bella, en su oscuridad esconde secretos profundos, nos invita a reflexionar sobre la existencia, y a apreciar la esencia de instantes fecundos.

Pues la muerte, con su sombrío encanto, nos recuerda que cada latido es valioso, y que el tiempo fluye sin freno ni llanto, cual río que al mar lleva su curso armonioso.

Así, hermosa muerte, aunque aterradora, eres el lienzo donde el destino esboza, un canto a la vida, en tu sombra embriagadora, y a cada suspiro, nos das una lección gozosa.

Porque la muerte, en su grandiosa paradoja, embellece el lienzo de la existencia, nos revela la impermanencia de la vida floja y renueva la esperanza en nuestra conciencia.

Entonces, celebremos la muerte con arte, ponderemos su misterio y su encanto, pues solo en su abrazo encontraremos parte, de lo efímero y sublime de este canto.

Oh, muerte hermosa, en tu sombra infinita, derramas luz sobre la fugacidad de la vida, tras tus pasos esbozas una danza bendita, donde la muerte, también, es maravillosa y querida.

Solo Pensamientos y PoemasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora