Deseo por lo desconocido (+21)

Capítulo 1

Lilian.

Mi día no puede haber empezado peor, después de presentar un montón de documentos para una entrevista de trabajo, me dicen que no, ya que mi forma de ser no les conviene, una persona con un carácter chillón no les va, fue lo que me dijeron, eso no es cierto, no soy una chillona y por otro lado eso es discriminatorio ¿verdad? Camino a pasos lentos por la acera asimilando que no tengo trabajo y que mi madre me va a regañar horrible.

Me detengo en seco cuando me doy cuenta que esta no es la calle de regreso a casa, estar sumida en mis pensamientos me hizo desviarme inconscientemente, ahora que observo mi alrededor, no hay personas cerca, siento una punzada en el pecho, como si fuera una alarma o una advertencia de que algo malo está por suceder, es como ese sentimiento de percepción sobre algo, miro detenidamente los callejones que abarcan la calle, algunos tienen botes de basura, de nuevo no veo a nadie cerca, así que busco mi celular para llamar a mamá y decirle que no sé dónde estoy. Me he perdido, nunca había pasado por aquí y no sé cuánto he avanzado en la dirección incorrecta.

Este lugar es nuevo para mí, no conozco mucho, y no sé qué partes pueden ser peligrosas o eso, me pude ir en autobús, pero quería despejar la mente, lo cual ahora me tiene con el celular en mano marcando el número de mi madre, debo admitir que me estoy poniendo nerviosa, timbra una, dos, tres, cuatro y...

De la nada siento la mano de alguien en mi boca evitando que grite e inmediatamente con su otra mano, aprisiona mis muñecas a mi espalda, el teléfono cae al suelo y no logro ver si la llamada está en línea, trato de forcejear, pero no puedo ni moverme un milímetro, con la fuerza que está empleando puedo deducir que es un hombre, de pronto me entra un miedo que no puedo describir, siento que mis piernas son gelatina, esto solo significa una cosa, me quiere hacer daño, claro está, no puedo ni pensar claramente, mi corazón está palpitando muy fuerte, siento que me desmayo —Shhh, no tengas miedo, no te voy a asesinar, no todavía—susurra cerca de mi oído y siento el alma dejar mi cuerpo.

En serio que trato de moverme, pero es imposible. Comienza a moverse conmigo delante suyo, soy arrastrada tan fácilmente, esto de ser delgada y pequeña no es muy lindo en estas situaciones, nos acercamos a uno de los basureros y presiento lo que se avecina, el miedo aumenta sacando lágrimas a un ritmo descomunal, porque si me matara de una vez no me aterraría tanto, pero sé lo que primero va a hacer; me va a violar.

Aunque no haya visto su físico, su voz me indicó que no es un viejo borracho, no sé de dónde surgen unas ganas de ver cómo es y el porqué de lo que está haciendo. No puedo dejar de repetir sus palabras en mi mente, son como un eco que van y vienen, creo que si me suelta la boca no podría ni articular palabra, tengo un nudo en la boca del estómago y el aire está comenzando a faltarme por todas las horribles sensaciones que me recorren. Algo me dice que de esta no salgo, "ay, mamá, lamento no haber conseguido trabajo," no sé porque pienso eso en una situación como esta, pero bueno, ya no se ni qué pensar.

Termina de meterme al costado del basurero, este impide que desde la calle se vea lo que hay detrás, me coloca frente a él, liberando mis manos, pero aún con la otra sobre mi boca. No sé si estoy viviendo una alucinación, un sueño o una pesadilla, pero lo que ven mis ojos no puede ser real, aún con la escasa luz que entra al callejón puedo observar unos ojos celestes casi grises, con unas cejas pobladas, pero bien alineadas, unas pestañas largas y abundantes, la mandíbula marcada y ni hablar de los labios que se carga, tiene una cara perfectamente cincelada, como si fuera una obra de arte. Bajo la mirada a su cuerpo y solo viste un vaquero corriente y una camiseta negra que deja a la vista los brazos marcados y vuelvo a tener ganas de hacer alguna estupidez, quiero que, que...

—¿Qué tanto me estás mirando? — increpa alzando mi mentón.

—Na-nada— tartamudeo.

—¿Estás loca? O algo así— pregunta mirándome a los ojos y siento que me quema.