Extra parte 1 (No tiene que ver con la historia original)

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Lilian.

Después de haber discutido sobre quién debía hacer la cena, Alec se ha puesto muy odioso, cabe destacar que siempre ha sido muy indiferente, pero eso es algo que me encanta. Me dirijo a la habitación donde lo encuentro sentado en la orilla de la cama con su celular en mano, lo observo deslizar la pantalla y al ver sus dedos y las venas que decoran sus manos me dan ganas de perdonarle el hecho de que siempre tuve que hacer la comida, al percatarse de mi presencia pone sus ojos sobre mi

—¿Ya se te pasó el enojo?— pregunta mientras vuelve al celular, no le respondo, simplemente voy al tercer cajón de mi ropero sacando un par de condones y una cuerda junto a un vibrador, el cual voy a usar para vengarme, " oh cariño no sabes con quien te estás metiendo" mi mente maquina cómo hacerlo suplicar y pedir perdón a la vez, así que cuando se da cuenta de lo que he sacado y puesto en la cama se pone de pie

—¿Qué se supone que estás haciendo— pregunta un poco confundido.

—He de hacerte comprender que la próxima vez vas a tener que hacer la cena sin protestar— le digo dedicándole una mirada pícara, este se vuelve a sentar enarcando una ceja en modo de reto, así que me dirijo a él sentándome sobre sus piernas, mientras le quito la camisa sin decir nada y simplemente manteniendo el contacto visual.

—¿Estás listo para arrepentirte Alec?— le pregunto y él no dice nada, continuo con mi misión y ahora soy yo la que se quita la blusa quedando sin nada y mostrándole mis pequeños pechos, los cuales sé que le encanta lamer y hacer de ellos lo que le venga en gana, me mira los labios con la intención de besarme, pero cuando se mueve, logro quitar la cara y su beso queda en mi mejilla izquierda, este frunce su ceño y yo hago mi siguiente movimiento.

—Solo diré que si quieres hacerme tuya en estos momentos, primero tendrás que hacer algo por mí.

Su mirada se enfoca en mi rostro dándome a entender que está de acuerdo, así que me levanto buscando la cuerda y la silla que está a la par de la mesita de noche, donde le señalo que se siente y se baje los pantalones quedando en bóxer, y lo hace obedeciendo, me muevo a su lugar y amarro sus manos detrás de la silla al igual que sus pies, puedo notar la leve erección que se está formando y sonrío para mis adentros. Nunca había intentado esto con él, ya que siempre es al revés, yo soy la que resulta amarrada, amordazada y suplicando porque me folle, pero esta vez va a sentir lo que yo siento cuando llego a la desesperación por querer sentir su pene dentro de mí y no lo hace hasta que básicamente le suplico llorando.

Con delicadeza saco su erección, la cual ha crecido más, y me saboreo pasando la lengua por mi labio inferior, lo miro a los ojos y está deseoso porque la meta en mi boca rápido, pero no lo voy hacer, primero lamo su glande despacio y luego con mi mano libre acaricio sus testículos de una forma brusca, un gruñido deja su garganta y yo sigo en lo mío, poco a poco me despego y lamo desde su tronco hasta la punta un poco más rudo, pero igualmente despacio, me tomo mi tiempo en también disfrutarlo, ya que hacer esto me gusta mucho y su sabor es único, siento que me estoy excitando, así que dejo de estimular sus testículos y noto como su pene ha tomado el tamaño estando totalmente duro y listo para mí, pero aún no es momento, con mi mano libre me comienzo a estimular el clítoris bajo el short pijama que tengo puesto y se me hace fácil porque es flojo y llevo hilo, me estoy poniendo muy caliente al escuchar sus jadeos, así que lo miro a los ojos y veo como su mirada está perdida en lo que hago y mirándolo fijamente introduzco su pene de igual manera lentamente en mi garganta, haciendo que haga su cuello hacia atrás ahogando un gemido, pero que resulta de igual forma audible para mí, llevo su pene fuera y dentro de mi garganta como si se estuviera follando mi vagina de una forma más rápida y produciendo unos exquisitos jadeos de su parte y de mi parte al mismo tiempo, siento que está a punto de correrse, ya que lo veo cerrar los ojos y me detengo de golpe, Alec me mira extrañado y yo me levanto brindándole una sonrisa de suficiencia, me despojo de mi pijama y ropa interior, quedando totalmente desnuda frente a él, traga grueso y lo noto salivar, deseando porque continúe o haga algo más, pero no lo dice, sé que su orgullo no lo deja, pero yo estoy segura que no va a aguantar y me va a tener que suplicar, porque sé de lo que soy capaz y de lo que provoco en él. Me siento sobre su pene de forma suave y apenas rozándolo con mi vulva, comienzo a frotarme contra su pene, el cual está húmedo por mi saliva y su líquido pre seminal, lo cual me confirma que anteriormente estuvo a punto de venirse, pero no le di el gusto, sigo haciendo presión logrando otra vez escuchar sus jadeos, admito que este jueguito me hizo mojarme, porque siento como mis jugos vaginales embarran su pene y hacen un sonido encharcado que me excita cada vez más, mientras sigo frotándome contra él, aprovecho para besar su cuello y pasar mi lengua por el lóbulo de su oreja, mordiendo suave, siento como se tensa y ahora si busco sus labios, en un beso que me sorprende por la fuerza que emplea y me hace separarme por aire, no dejo de moverme sobre él y de nuevo siento que está a punto de venirse, notando como su respiración se agita más y se vuelve pesada, me vuelvo a detener y esta vez no se queda callado.

—Vale, lo siento, la próxima haré la cena, pero ahora déjame correrme aunque sea así, te juro que ya no aguanto más y ya fue suficiente tortura.

Le sonrió de boca de cerrada y me levando buscando el vibrador que prendo, mientras me siento en el piso frente a él, a la vez que lo coloco sobre mi clítoris e introduzco dos de mis dedos masturbándome, Alec me dedica una mirada de suplicio y yo solo disfruto mis toques y la sensación del vibrador sobre mi zona más sensible, lo miro directamente mientras lo hago y bajando la mirada a su pene, veo como los músculos de sus piernas se contraen y mis ojos detallan como un jadeo ronco deja su garganta y se corre dedicándome una mirada de amenaza, advirtiéndome que la próxima en sufrir seré yo, pero no me arrepiento, porque logré que suplicara y bueno me encanta cuando me hace llorar de placer, cuando me coge tan duro que lo siento hasta en mi útero. Ver tal escena frente a mi hace que yo también cierre los ojos disfrutando de la increíble sensación de mi clímax. Luego de unos segundos lo analizo y veo como su pene está a punto de reventar otra vez.

—Bien, logré mi cometido, ahora me vas a follar tan duro como puedas, pero sabrás que yo gané esta, y aunque me hagas suplicar después, apuesto a que yo aguanto más que tu amorcito— le digo mientras me pongo de pie soltando la cuerda que lo ata y es cuestión de segundos para tenerlo sobre mi sin decir nada, solamente colocándose el preservativo y mirándome con los ojos oscurecidos y con una mano haciendo presión en mi cuello, en un micro segundo lo siento dentro, de una forma tan vehemente, demostrando su ira y las ganas que me tiene.

Deseo por lo desconocido (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora