Capítulo dieciséis

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Al regresar del trabajo en la tarde, First subió a su habitación, cambió las sábanas de su cama y a continuación se recostó para descansar dejando su móvil en la mesilla.

Luego de unos minutos, este sonó, así que el chico medio adormilado estiró su mano y al cogerlo notó que este tenía algo viscoso adherido.

...—¿Qué rayos es est...

Al incorporarse y descubrir su procedencia este se quedó pálido.

—Oh joder... el condón está roto...no, no puede ser...oh mierda...¿Se lo digo a Khaotung?, me matará...mejor me callo, si, si, no creo que pase nada, yo estoy limpio siempre, me he cuidado y él no había tenido relaciones con nadie...mejor será no alarmarlo.

Así que este omitió el invidente y siguió como si nada, buscando estar juntos lo máximo posible, a pesar de sus estudios y el trabajo en la tienda de discos.

Algunas noches después de eso, Khaotung se quedó a dormir en la casa del profesor y entonces dieron una nueva rienda suelta a la pasión, haciendo el amor con frenesí, aunque con una caja de condones nueva pues First optó por tirar la que tenía pues no quería volver a arriesgarse.

Otros que tampoco se quedaron atrás en su pasión eran el profesor y su novio pero solo en privado pues en el exterior siguieron llevando lo suyo con mucha discreción y sacrificio.

No podían estar todo lo juntos que querían en el tiempo lectivo, aunque en los fines de semana no se separaban ni un minuto.

Por su parte, Force intentó  tener sexo con Book pero comprobó que este era virgen no por oportunidades sino por elección.

Bastante fustrado decidió que no perdería más el tiempo con el estudiante pero de repente descubrió que le gustaba demasiado y aunque buscó la compañía de otros, no podía quitárselo de la cabeza.

Finalmente lo buscó y por primera vez aceptó llevar con calma una relación y conocerse poco a poco, solo con besos y caricias.

Un mes entero pasó y en una lluviosa tarde de domingo, en la que los seis chicos se reunieron en la casa del profesor y jugaban a las cartas, mientras comían pizzas y unas cervezas, Khaotung empezó a encontrarse mal.

...-Necesito ir al lavabo, creo que he comido demasiado—dijo levantándose de la mesa sujetando su vientre.

First muy preocupado se levantó de la silla y lo acompañó.

-Cariño, ¿Vamos al hospital?

-No, amor, no es para tanto, solo es el estómago

Tras meterse en el baño y vomitar, este se miró al espejo y se vio muy pálido.

-Creo que debería tumbarme

Al salir se encontró a todos sus amigos en la puerta.

—¿Estás bien?—preguntaron al unísono.

—Si, tranquilos, seguid jugando, yo iré a tumbarme un rato

—Si, tranquilos, seguid jugando, yo iré a tumbarme un rato

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7. Hasta que nos volvamos a encontrar - FirstKhao- Terminada Donde viven las historias. Descúbrelo ahora