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《ꕥ✦꧁꧂✦ꕥ》
Diciembre, 1989.
Narrador Omnisciente.
La chica suelta un suspiro al terminar de leer la carta y la deja a un lado suyo, se encuentra acostada boca arriba en su cama, su mirada fija en el techo mientras su mente repasa el contenido de la carta y los consejos que dio el autor de la misma.
Ha pasado tres meses desde que Lana se había mudado a Boston, a ninguno de los Small le iba bien desde que habían llegado a dicha ciudad, solo sus padres estaban felices con el cambio.
Lana no había hecho amigos pero no le interesaba mucho, seguía en contacto con el club de perdedores y con quien más hablaba era con Bill, hablaban por cartas, sus padres no le permitía usar el teléfono por más de unos pocos minutos, sin embargo, había notado que sus hermanos tampoco la pasaban bien en Boston y le había contado sobre eso en la última carta que le había enviado al castaño.
Su respuesta había llegado hoy y ya la había leído, estaba analizando demasiado si seguir su consejo, Bill le había dicho que aprovechara esta oportunidad, podía hablar con ambos, ayudarlos y de paso arreglar la relación entre los tres.
Vuelve a soltar y un suspiro antes de levantarse de un salto dispuesta a hacerle caso a Bill, nunca había intentado acercarse a Zara y a Cole, esta era la oportunidad perfecta, tenía mucho que decirles a ambos y si la charla no cambiaba nada al menos lo habría intentado.
Sale de su habitación y se dirige primero a la habitación de Cole, era con el que más tenía que hablar, también el que tenía más posibilidades de ignorar los consejos y sugerencias de la pelimarrón.
Soltando un suspiro se arma de valor y da dos toques a la puerta de la habitación de su hermano, se tambalea sobre las puntas de sus pies mientras esperaba respuesta de su hermano y al tenerla entra a la habitación con el nerviosismo corriéndole por las venas.
—Hola —murmura cerrando la puerta detrás de ella.
—Ya decía yo que nadie en esta casa toda la puerta —la mira por encima del hombro— ¿Necesitas algo?
—Eh, yo quería... Saber si —se aclara la garganta para dejar de tartamudear— ¿Puedo hablar contigo?
—Ya lo estás haciendo —responde sin cambiar su postura.
—Me refiero a tener una conversación seria —aclara luego de rodar los ojos.
—No me estoy riendo, es una conversación seria —Lana toma una bocanada de aire buscando paciencia.
—Cole, hablo en serio —su hermano al escuchar el tono de voz gira a verla, suelta un suspiro, deja lo que estaba haciendo y gira en su silla para mirarla bien.
