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— Dulce TaeHyungie —

— Dulce TaeHyungie —

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ADVERTENCIA: Smut

— Ah, papi...

Los labios de JungKook recorren su cuello con suaves besos, caricias húmedas sobre la piel del pelinegro que se aferra con las manos al cuello del mayor. Baja por sus clavículas, sus fuertes manos recorriendo la espalda de TaeHyung bajo la camiseta, suaves gemidos acariciando sus oídos mientras JungKook embiste dentro de su pequeño, suave, ondas rítmicas y lentas.

Sale casi por completo para volver a entrar, sacando así de la garganta del menor leves gimoteos de placer en vocales de "Ah, ah", sonidos dulces al reprimir TaeHyung sus gemidos, pequeños "Mmhg, Aahhm" que le provocan sonrisas a JungKook, besando sus dulces labios rosados.

Es lento, suave, lleno de caricias y pequeños besos esparcidos en el cuerpo de TaeHyung. Le besa los hombros, las clavículas y el cuello, subiendo por el contorno de su barbilla hasta el labio inferior, donde se detiene a admirar desde abajo, el rostro de ese ángel de cabello oscuro, sus labios semiabiertos, sus ojitos cerrados y mejillas sonrosadas.

JungKook le quita la holgada prenda del torso, TaeHyung se deja hacer por Papi, quien de inmediato lo abraza para que no sienta frío. La oficina de JungKook está cerrada con llave por el tiempo que su Bebé esté ahí de visita, pero TaeHyung sabe que deben ser discretos, porque "No está bien visto hacer el amor fuera de casa".

Pero eso no le importa, en lo absoluto. Él hace el amor con JungKook siempre, cuando se toman la mano en el parque o se besan en la fila del supermercado. Cuando se sienta en el regazo de Papi a escuchar su día en el trabajo, mientras lo despeina con las manos. Cuando se dan los buenos días entre cálidas sábanas blancas o Papi le pone champú en su cabecita en la ducha. Para TaeHyung y sus veintiún años de experiencia en la vida, "Hacer el amor" consiste en pequeños detalles, como besar la oreja de Papi porque Eres el más guapo para mí, no escuches a toda esa gente mala, Tete te ama, Papi, contar sus pestañas cuando él despierta antes en las mañanas, comparar el tamaño de sus manos y susurrarle cuánto lo ama mientras se funden en uno solo.

— Te amo, mi dulce TaeHyungie... — JungKook le susurra contra los labios, acariciando los cabellos húmedos de su nuca — Me haces tan feliz, mi ángel...

TaeHyung sonríe, su respiración agitada y razón nublada por el placer en su cuerpo, cuando JungKook acierta en estocadas suaves y lentas en ese punto que lo hace delirar, que tan difícil le provoca contener sus gemidos altos, porque hay gente trabajando en la oficina de al lado.

— T-también te- ah... — TaeHyung esconde su carita en el hombro del más alto, sus uñas encajadas en su espalda — Te... Te amo, Pa-Papi...

— Shhh... — JungKook muerde sin fuerza el lóbulo izquierdo de TaeHyung — No queremos que nos regañen, bebé...

— Lo siento... — sus piernas, alrededor de la cadera de JungKook, tiemblan en cada embiste — E-es que m-me, me...

— Ya casi, mi amor, aguanta por Papi... — JungKook se sujeta del escritorio, una mano alrededor de TaeHyung sobre sus piernas.

Ambos se deshacen en besos profundo, más necesitados y sensuales. Sus cuerpos casi llevados al límite, a punto de llegar al éxtasis conjunto, un paso más cerca en cada embestida ahora más rápida de JungKook. TaeHyung se muerde una mano, intentando con creces no hacer mucho ruido.

— Eso es, eres mi niño bueno, TaeHyung... — JungKook le acaricia los muslos, sube hasta su erección y comienza ese delicioso vaivén sobre el miembro del menor, a punto de lograr el clímax — Me encantas... Tae... Ah, er-eres una dulzura...

Al ritmo de su muñeca, JungKook entra en TaeHyung asegurándose de tocar ese punto que lo hace delirar. El pequeño se deshace en temblores, aprieta las piernas y se recarga en el hombro de JungKook cuando el orgasmo llega a su cuerpo, liberando en cuerdas blancas su éxtasis. JungKook le sigue, llenando de su esencia la funda de látex que decidieron usar para no hacer un desastre y ensuciar a TaeHyung, ahí en medio de la oficina, donde no podría limpiarse como merece.

La camisa blanca de JungKook es teñida del semen de su pequeño, manchando también su corbata negra un poco en el proceso, pero no le importa, no cuando tiene a TaeHyung dormitando entre el sueño y el placer sobre su pecho. JungKook tiene otra camisa, puede cambiarse al salir juntos, rumbo a casa después de seguir fingiendo que quien fuera su asistente becario en el pasado, ha ido solamente a buscar una carta de recomendación.

JungKook lo arrulla, pasando sus dedos por entre el cabello de TaeHyung mientras sus respiraciones se ralentizan.

— Mi pequeño... — JungKook lo deja dormir, subiendo su ropa interior apenas en un movimiento rápido que no despierte a TaeHyung entre sus brazos — Mi dulce TaeHyungie...

Daddy's little boy ✧ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora