Capítulo 4

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Era ya media noche.

Rin nunca padeció de insomnio, desconocía esa palabra en su totalidad, y en ese momento, no podía cerrar los ojos.

Lo sintió como un atropello definitivo a sus ideales filofóbicos. Esta era la sensación descrita, dicha y experimentada por todas las adolescentes que conocía. Cada vez que cerraba los ojos, por un segundo incluso, no podía evitar verlo en su cabeza. Sus ojos, su cara, escuchar esa risa, o pensar en su cabello despeinado después de salir de la piscina.

Todo retumbaba en su mente, como reflejos.

Y ni siquiera había cruzado más de 5 palabras con el en todo el día. Se arremetía a sí misma por el hecho de tenerlo en el pensamiento. No debía ser así, ella no estaba lista para pensar en otra cosa que no fuera la preparatoria. Su mente no podía traicionarla de esa manera, menos aún por un chico. No.

Debía centrarse otra vez, quizá irse con Kagome unos días y así evitar verlo tan seguido, después de todo, la azabache también se dedicaba a estudiar. Si, era lo mejor.

Además... ¿ quien se creía?

Ese tipo quisquilloso incluso había rechazado a Kikyo, a la mítica Kikyo.

Dio más de seis vueltas en la cama, necesitaba aire. Pensar en algo más. Agua, necesitaba agua, quizá se estaba deshidratando y por eso todas esas alucinaciones.

Sin mucho más que pensar, salió en silencio de la habitación y se dirigió a la cocina. La casa tenía las luces apagadas, solo se colaban algunos resplandores de las luces de afuera. Entro a la cocina sin cuidado alguno, después de todo, debían estar dormidos.


— ¿ insomnio?

Sintió su corazón salirse, se apretó el pecho con la mano antes de voltear y ver al joven sentado frente al desayunador.

Maravilloso. Con toda esa capacidad mental no le pasó ni por un segundo que esa situación podía darse, demasiado conveniente, genial. Ahora sus manos sudaban. Lo miro fijamente por unas fracciones de segundos y luego le desvío la mirada aun cuando no veía con claridad. Podía sentir esa lluvia dorada observándola.

— no estoy acostumbrado al horario y decidí venir por algo, ¿ estas bien? — preguntó con esa aura amable y dominante a la vez.

— tenía sed, o-olvidé llevar agua antes. — dijo mientras reaccionaba.

Abrió el refrigerador y sacó una botella dispuesta a irse lo más rápido posible.


— me han dicho que irás con Inuyasha a la escuela y, que eres muy buena en eso, ¿ es verdad?

Carajo.

Durante todo el día había intentado sacarle más de dos palabras , casualmente ahora, cuando quería marcharse cuanto antes el tenía ganas de hablar. Lo peor, estaba dispuesta a escucharlo. Se acercó a la barra justo frente a él con cautela.

— me gusta la escuela, me esfuerzo mucho por ello. Creo que lo soy, soy buena.

El sonrió.

— yo también. Así que cuando necesites algún consejo o ayuda puedes recurrir a mi, estaré aquí mucho tiempo. — dijo mientras recargaba su espalda sobre la silla.


Rin lo veía muy atenta, los reflejos de la luz sobre su cara resaltaban cada parte. Sus facciones eran bellas. Todo en el parecía ser más que perfecto, lo vio estirar los brazos y casi abría la boca. Quiso darse un golpe por eso, no podía ser menos disimulada.

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⏰ Última actualización: Apr 07 ⏰

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