Una historia de un chico que reencarnaría en uno de sus animes favoritos, sin embargo, sería bendecido con sus recuerdos y un cuerpo mas apto para enfrentarse a la amenaza de los Titanes.
Después de que el Doctor Jaeger nos encontrará a Mikasa y a mí, nos llevo a su cliníca. Una vez que pasamos todas las pruebas, el doctor Jaeger me llevaría con la policia militar, pues habría un cartel de busqueda en mi nombre, al parecer mi madre no se habia dado por vencida después de que me secuestraron.
Después de eso estuve un par de horas esperando a que mi madre fuera por mí, al verme terminó llorando, siento lastima por ella en el fondo, apesar de ser su hijo en realidad no tengo sentimientos por ella, supongo que se debe por ser mi segunda vida.
En realidad deseaba que Mikasa eligíera quedarse conmigo, intente convencer a mi madre de que hiciera lo posible por adoptarla, pero supongo que el señor Jaeger fue mas astuto con eso, al menos se intentó, supongo que será un punto fijo o algo, al menos no perdí contacto con ellos.
Mi rutina volvió a la normalidad, la que hacía antes de que me secuestraran, pase entrenando mis habilidadea de hielo y fuego, pero mas las de hielo, mi instinto me decía que era lo que tenía que fortalecer; Cada día antes de dormir siempre pensaba en un día en especifico, el día que llegara el titan colosal y derrumbará la muralla Shina, estaba entre un dilema entre salvar o no a Carla, supongo que eso será algo que decida en el momento, mi prioridad sería al menos salvar a Mikasa.
Mientras repetía mi rutina hacia el lugar donde entrenaba, pude ver a varios niños en bola, mientras acorrolaban a otro niño que logré distinguir a lo lejos por su cabello rubio.
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Niño 1.- Repite lo que dijiste de mí.
Niño rubio.- Solo dije que entiendo porque me molestan, y es porque yo se mas que ustedes, pero no tienen porque sentirse inferiores.
*Aquellos niños solo se molestarían más y apunto de arremeter contra el chico, aunque estos mismos se detendrían al ver a otro chico llegar*
Shoto.- Oigan, ¿qué estan haciendo?, te recomiendo soltarlo antes de que te arrepientas.
Niño 2.- ¿y tú quien eres?, mejor largate, somos tres y tú solo eres uno.
Shoto.- Bueno, les sorprendería que es lo que puedo hacer.
*Al instante, le daría un puñetazo en la nariz a un niño, fracturandosela gravemente*.
*Otro de los chicos intentaría golpearme, pero habría reaccionado a tiempo para agacharme y asi esquivar el golpe, lo que me daría vía libre para darle una patada en los hu3vos, asi dejando a otro niño incapaz de pelear.
Shoto.- Adelante tonto, quiero ver que te atrevas tambien a pelear.
*Aquel chico restante únicamente se llevaría a sus amigos, para posteriormente darse a la fuga*.
Shoto.- Tranquilo amigo, creo que podemos estar seguros que no olvidaran esto, *Le extiende la mano al chico rubio*.
*el chico rubio agarra mi mano, para apoyarse y pararse*.
