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El rostro del señor Lee se distorcionó, quedando una expresión parecida a la preocupación y seriedad

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El rostro del señor Lee se distorcionó, quedando una expresión parecida a la preocupación y seriedad. Con pasos seguros y elegantes se acercó a Seungmin. El chico tembló levemente cuando Lee le habló de cerca.

─ ¿Sabes lo que eso significa, verdad? ─preguntó.

─ Sí, señor. ─asintió Seungmin incapaz de mirarle a los ojos.

─ ¿Qué hay de tu familia? ─cuestionó nuevamente Minho. ─ No volverás a verla, tu vida pertenecerá a mi por siempre.

Seungmin tragó, tratando de bajar el nudo doloroso que se había instalado en su garganta, pero fue completamente en vano. Estaba asustado.

─ Lo sé, señor. ─rebatio con la voz algo temblorosa. ─ Y precisamente por eso, no quiero volver a casa, odio ese lugar.

La mirada de Minho se tornó con un destello de curiosidad. Volvió a recordar la noche en la que este delgado chico había intentado quitarse la vida, tratando de tirarse del puente de la ciudad, esperando ser recibido por los fríos brazos del lago. Sin pensarlo dos veces, Lee Minho mirando esto, extendió sus alas negras y prohibió que Seungmin terminará de caer de semejante altura.

El chico había llorado en sus brazos, diciendo que era un débil humano que no merecía el regalo de la vida. Más sin embargo, Minho lo consoló, sin importar que fuese un desconocido para él. Sentados bajo las estrellas le había contado sus increíbles historias, las mejores en sus tres siglos de vida. El vampiro le sonrió y le dijo que podría tener muchas cosas hermosas, si realmente las quería, debía conseguirlas y perseguirlas. Le dio su ubicación, por si algún día necesitaba de él, pues se veía destruido, tanto física como mentalmente.

Pero nunca había previsto tal petición.

─ ¿Qué es lo que te molesta en tu hogar? ─preguntó Lee.

Seungmin respiró con dificultad y bajó la mirada a sus pies cuando sus ojos se tornaron cristalinos. Minho comprendió que no quería hablar sobre eso, y lo respetó.

─ Bien, tienes tus razones. ─comentó el vampiro.

Seungmin soltó el aire que había acumulado en sus pulmones con alivio. Tomó el valor y miró a los oscuros, pero brillantes ojos de Lee con timidez.

─ Aún así, yo insisto en darte un plazo de tres días para que pienses en tu futuro. ─dijo el vampiro.

Seungmin abrió un poco más los ojos y su expresión se volvió suplicante. Minho soltó una pequeña risa, haciendo ver sus hoyuelos en su rostro juvenil.

─ Tranquilo, te quedarás aquí. ─aclaró Lee. ─ Te ruego que pienses, y si al culminar el tercer día decides que no quieres esta vida, puedes marcharte.

Seungmin meditó un momento y luego habló. ─ Como usted diga, señor, pero le digo que estoy completamente seguro de mi decisión.

─ Heeseung te llevará a una habitación que será exclusivamente para ti en estos días. ─ Minho ofreció. ─ Lo encontrarás al salir de aquí.

Seungmin lo miró y con algo de duda caminó hasta la pesada puerta de madera oscuro por la que había entrado.

─ Ten un buen descanso. ─dijo el vampiro adentrándose en la segura oscuridad, dando por terminada la conversación.

Los ojos de Seungmin lo vieron perderse. Abrió la puerta y cuando estuvo fuera la cerró, dando luego un brinco al encontrarse cara a cara con el chico llamado Heeseung.

─ H-Hola, de nuevo. ─dijo sintiéndose tonto.

─ Ha tenido una charla productiva, me imagino. ─habló Heeseung.

─ Bueno, sí, emm... ─Seungmin dudó. ─ El señor Lee me asignó una habitación, dijo que me ayudarías con eso.

─ Por supuesto. ─dijo Heeseung con una media sonrisa.

Seungmin lo siguió en cuanto comenzó a caminar. Los pasillos parecían estar más oscuros que antes y esto lo halló singularmente agradable.

─ ¿Ha venido con la intención de aceptar al señor Lee como amo? ─habló Heeseung inesperadamente.

─ Por favor, tuteame, no veo la necesidad de ser tan formales. ─se aventuró a decir Seungmin.

Vió a Heeseung asentir después de unos segundos.

─ Sí, he venido con esa intención, pero me dio tres días para pensarlo mejor.

─ El amo siempre ha sido muy amable.

Seungmin sonrió inconscientemente relacionando esa frase con la noche en que vino a salvar su vida. A iluminarla.

Después de subir una ancha escalera de mármol, llegaron delante de una gran puerta, como las otras de la mansión. Heeseung la abrió y dejó al descubierto un cuarto bastante moderno. Una tele que más bien parecía un cine, una cama muy amplia y otros detalles necesarios para hacerlo personal. Una cortina color rojo sangre cubría la gran ventana, incluso un precioso escritorio tenía encima una laptop. Había otra puerta más pequeña, supuso que daba a un baño.

Era el paraíso para Seungmin, sobre todo porque la tranquilidad y el silencio reinaba allí.

─ Descansa. ─Heeseung le dedicó una sonrisa antes de salir.

Seungmin por primera vez pudo tumbarse en la cama con tranquilidad.

Buenas, buenas, ¿cómo están? espero que bien, bueno les traigo un capítulo, ya saben cualquier error que vean avísenmeee, espero les haya gustado

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Buenas, buenas, ¿cómo están? espero que bien, bueno les traigo un capítulo, ya saben cualquier error que vean avísenmeee, espero les haya gustado.

♯ 𝐒𝐚𝐧𝐠𝐫𝐞 𝐞𝐧 𝐥𝐨𝐬 𝐥𝐚𝐛𝐢𝐨𝐬 | KnowMin ⋆Donde viven las historias. Descúbrelo ahora