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─¡Kiara! ─exclamó la madre de la albina, ella la miró con una sonrisa mientras comía de su helado, había visto algo raro un hombre con mascarilla observándola a lo lejos, pero luego notó que miraba al sujeto detrás de ella. 

─ ¿Qué? ─le preguntó tranquilamente sin dejar de sonreirle, sus ojos completamente blancos, al igual que su tersa piel y cabellera contrastaban con su vestido negro de verano, completamente acorde a la temporada.

─ ¿Estás segura de que no quieres entrar a la UA? Ya tienes una carrera, pero tal vez... ─la chica blanca negó como si estuvieran ofreciéndole un plato picante con una bola de helado de menta encima.

─ No quiero ser heroína, mamá. Soy feliz en el mundo del espectáculo ─la mujer asintió un poco reticiente a la respuesta de su hija.

Finalmente, acabaron su helado y juntas volvieron a casa, tal vez luego tomarían las llaves del auto e irían por los hermanos de la adolescente a la escuela, al doblar la esquina, lograron divisar un auto de policía, bueno dos autos de policía y uno completamente negro, siendo el último el más conocido. Kiara corrió a su casa con su mamá detrás hasta que llegaron dentro, donde escucharon un golpe seco y seguido, un quejido masculino.

Cuando entró al comedor logró ver las alas grandes de su prometido, Keigo y sobre la mesa inclinado con un policía furioso, estaba esposado su padre, Kiara se intentó acercar cuando oyó que su prometido dijo:

─ Ruto Hideaki, queda formalizado por presuntos vínculos con la Yakuza

Kiara quedó totalmente paralizada, lentamente caminó donde Hawks y trató de alcanzarlo, pero él solo la esquivó y la mirada en sus ojos no era la misma con la que siempre la había mirado. Su padre gritó y reclamó que no era cierto, que era un complot y que la Comisión no había cumplido su parte del trato. Keigo permaneció impasible a su lado cruzado de brazos mientras el policía lo sacaba y la señora Ruto abogaba por la inocencia de su esposo.

─ Usted no cumplió con la parte del trato ─contraatacó el aspirante a héroe, Kiara se le plantó en frente para obligarlo a mirarla, él desvió la vista. La albina gruñó y lo tomó por las mejillas.

─ ¿Qué trato? ─cuestionó, él seguía si mirarla, bruscamente le sacó las manos de las mejillas y caminó a la salida, Kiara lo siguió de cerca mientras seguía insistiendo con su pregunta─ Keigo, si nos vamos a casar en unos años, creo que merezco saber qué trato tenías con mi padre. ─su voz sonaba firme y autoritaria.

Cuando llegaron a la puerta se detuvo, sus alas estaban tensas y sin mirarla pero con un suave suspiro decidió hablar. Pero la respuesta de Hawks no fue alentadora, mucho menos buena.

─ Doy nuestro compromiso por terminado ─Kiara se quedó parada, tratando de procesar la nueva información, un trato, el compromiso, su padre arrestado, era mucha información y ella tenía pocas respuestas.

─ Keigo, si es por lo de mi papá... tú lo conoces, sabes que él no haría eso ─caminó unos pasos más tratando de acariciar el hueso de su ala para calmarlo y hacerlo entrar en razón. Si bien su compromiso era planeado, llevaban un año saliendo, habían aprendido a quererse, maldición, cómo lo amaba...─ Vamos Kei, te amo, tomemos asiento y pensemos bien en esto, ¿sí?

─ No, Kiara ─le contestó secamente aún sin mirarla sus imponentes alas no la dejaban verlo directamente, pero sonaba decidido muy decidido.─ No te amo, nuestro compromiso fue una farsa desde el principio y lo doy por terminado.

Kiara sintió su corazón apretarse y cómo poco a poco se iba quedando sin aire. Síntomas de un corazón roto

─ Keig-...

─ Deja de sentirte con el derecho de usar mi nombre real ─una pizca de asco fue divisada en su voz mientras caminaba hacia el exterior, bajó un poco el ala, por primera vez en toda la conversación mirándola con sus brillantes ojos dorados─ Desde ahora para ti, soy Hawks. 

Y sin más desplegó sus alas y se fue, dejándola parada, con el corazón roto, confundida y desilusionada.

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Dabi acarició su pelo casi con una ternura abrumadora, eran casi las tres de la mañana y el llevaba, por lo menos una hora y media escuchando y consolando a su amiga que traía el corazón roto en mil pedazos por el idiota de su ex-prometido. Aunque para él, el simple hecho de querer ser héroe lo hacía un imbécil.

─ ¿Y que hay del trato? ─justo después de hacer la pregunta se mordió la lengua al escuchar a la chica Ruto llorar más fuerte, cómo si le estuvieran sacando el corazón, pero esta vez se aferró a él y escondió su cabeza en la curvatura del cuello del azabache, la cicatriz en su cuello ardió un poco al tener contacto con las lágrimas.

Al cabo de unos minutos, la albina logró normalizar un poco su respiración sorbiéndose los mocos y limpiándoselos con unos pañuelos desechables ridículamente caros que compra la gente rica e inhaló profundamente, y con el cuerpo aún temblando por el llanto, impotencia y tristeza decidió responder a la pregunta del chico.

─ El trato era que la Comisión de Héroes le entregaría protección a mi familia a cambio de que yo entrara a la UA a la división de Héroes, pero mi padre nunca me obligaría a hacer algo que no quiero y yo amo los escenarios así que... ─ante esa aclaración, Dabi soltó un bufido apartándola de él mientras rodaba los ojos.

─ ¿Y el niño pollo? ─le preguntó sentándose en la cama, volviendo a su actitud de siempre, tratando de permanecer lo suficientemente distante para no involucrarse más de lo que ya había hecho.─ ¿Protección de qué?

─ Uno de los hermanos de mi mamá se metió a la Yakuza y estaba mandando amenazas de muerte, se supone que Kei-... Hawks, al casarse conmigo nos daría vigilancia 24/7, además a un héroe como él y a la comisión le convenía casarse con alguien como yo ─le confesó con las mejillas rojas mirando a otro lado mientras hacía un puchero y reprimía las ganas de llorar.─ Todos me estaban usando, porque soy...

─ Una niña mimada rica con un buen quirk ─prosiguió el villano recostándose en la cama como si no le importara la situación, sus palabras o los peligros que ello conllevaba.─ Mis padres tienen un matrimonio arreglado. Pura mierda. ─soltó acomodándose en la cama y cerrando los ojos.

Kiara abrió los ojos cuando lo escuchó confesar lo último, Dabi nunca hablaba de su familia. Vagamente hablaba de cosas como que de pequeño tuvo cosas que no todos los niños normales tienen o experiencias en la escuela, pero era la primera vez que él hablaba de su familia. Se sentía como si la estuviera haciendo partícipe de su vida, de él.

Ella se recostó en su pecho de forma casi instintiva, cuando él golpeó su frente con su dedo medio para alejarla, cuando ella se levantó de su pecho para sobarse la frente, Dabi abrió un ojo y con una sonrisa se burló de la mueca de dolor en el semblante de la albina.

─ Yo puedo protegerte de tu tío y de sus perras ─le dijo cerrando el ojo─ Llámame Touya, es un nombre bonito, ¿no?

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HoLAAAAAA

este cap era más largo, con 1500 palabras, pero lo acorté para poder dividirlo en dos, este es el primero que toca más el tema del pasado de Kiara antes de la línea principal, tómenlo como un flashback

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⏰ Última actualización: Nov 23, 2023 ⏰

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