"INFINITY"

REALIDAD

"𝑀𝑖 𝑐𝑜𝑟𝑎𝑧𝑜‌𝑛 𝑛𝑢𝑛𝑐𝑎 𝑎𝑝𝑟𝑒𝑛𝑑𝑖𝑜‌ 𝑑𝑒 𝑠𝑢𝑡𝑖𝑙𝑒𝑧𝑎𝑠. 𝑆𝑖𝑒𝑚𝑝𝑟𝑒 𝑓𝑢𝑒 𝑢𝑛 𝑏𝑒𝑙𝑙𝑜 𝑚𝑜𝑛𝑠𝑡𝑟𝑢𝑜 𝑎𝑝𝑎𝑠𝑖𝑜𝑛𝑎𝑑𝑜,

𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠𝑖𝑎𝑑𝑜 𝑣𝑖𝑣𝑜, 𝑑𝑒𝑚𝑎𝑠𝑖𝑎𝑑𝑜 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑠𝑜, 𝑑𝑒𝑠𝑚𝑒𝑠𝑢𝑟𝑎𝑑𝑎𝑚𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑠𝑜𝑙𝑜 𝑓𝑟𝑒𝑛𝑡𝑒 𝑎𝑙 𝑚𝑢𝑛𝑑𝑜"

𝑀𝑎𝑟𝑖𝑎𝑛𝑎 𝐹𝑖𝑛𝑜𝑐ℎ𝑖𝑒𝑡𝑡𝑜

-¿Hoy es su cumpleaños? -parpadee varias veces mientras le hacía la misma pregunta a Diana.

-¿Tú como sabes eso?-crucé mis brazos.

-Anoche acompañe a Carla para comprar su regalo.

Mis ojos se quedaron perdidos.

𝑜ℎ 𝑜ℎ , 𝑖𝑑𝑒𝑎 𝑛𝑢𝑒𝑣𝑎.

-¡Ni se te ocurra! -intervino en mis pensamientos.-Lilieth.

-Tarde-respondí.

-Y si le regalas algo -propuso Diana.

Me quedé mirando a Lili para que aprobara lo que haría, ella cedió, por una parte saben que yo soy una chica muy detallista, difícilmente me puedo negar a no felicitar a alguien en su cumpleaños.

𝐺𝑟𝑎𝑛 𝑚𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜 𝑝𝑎𝑟𝑎 𝑑𝑒𝑐𝑖𝑟𝑚𝑒𝑙𝑜.

Fui a la papelería más cercana y no tenían tarjetas de cumpleaños, solo navideñas, y del próximo año nuevo. Pero, tenían las que restaban de Halloween.

Indecisa no sabía si desearle feliz navidad y un feliz cumpleaños o un feliz año nuevo .Me llevé la que más me convenció.

Busqué a las chicas para que me ayudaran a redactar.

-¿Alguna idea chica?- me preguntó Diana.

-Si solo le pondré "¡Feliz cumpleaños!", no hay pierde.

-Mara, eso lo haces por mensaje u algo.

-Eso es muy simple,-me volteé.

-Lo que harás también lo es.

Giré a verla con indignación.

Escribí en la otra parte de la tarjeta "𝑆𝑜𝑙𝑜 𝑞𝑢𝑒𝑟𝑖𝑎 𝑑𝑒𝑠𝑒𝑎𝑟𝑡𝑒 𝑢𝑛 𝑓𝑒𝑙𝑖𝑧 𝑐𝑢𝑚𝑝𝑙𝑒𝑎ñ𝑜𝑠, 𝑜𝑗𝑎‌𝑙á 𝑣𝑜𝑙𝑣𝑖𝑒𝑟𝑎𝑚𝑜𝑠 𝑎 ℎ𝑎𝑐𝑒𝑟 𝑎𝑚𝑖𝑔𝑜𝑠".

Diana agrego algo más

-"¿TE EXTRAÑO?"-abrí mis ojos como platos-Es muy repentino, ¿no?.

-¿Tienen corrector , o alguna pegatina para taparlo?-busque sin encontrar algo que me pudiera ayudar.

-Acaso, ¿Es mentira?

No lo era ,o por lo menos no tanto.

-Esta bien-lo acepté ,cerré de golpe la tarjeta.

-¡¿ES UNA BROMA?! - dijo como si yo hubiera perdido la cabeza.

-¿Qué tiene?.

Ambas se quedaron atónitas.

Escogí una de las mejores tarjetas, esta contenía un zombie kawaii con una calabaza en la mano.

𝑁𝑜 𝑒𝑠 𝑐𝑢𝑟𝑠𝑖, 𝑛𝑜 𝑚𝑢𝑒𝑠𝑡𝑟𝑎 𝑜𝑡𝑟𝑎𝑠 𝑖𝑛𝑡𝑒𝑛𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠 𝑦 𝑒𝑠𝑡𝑎 𝑐𝑜𝑜𝑙,

¿𝑃𝑜𝑟 𝑞𝑢𝑒‌ 𝑛𝑜?

Fue mi forma de pensar, a ellas no les pareció mucho.

Amarré a la misma un paquete pequeño de mi chocolate favorito, con un listón largo de un color morado y vibrante. Traté que no fuera costoso lo que le regalaría a el, solo quería darle algo que viniera desde mi corazón, y eso era lo único que me importaba.

Vigilamos su asiento pero, no se separaba ni un minuto de ahí. Y cuando lo hizo sus compañeros de clase nos impedían acercarnos sin que alguien se enterará.

Aunque ya iba firmada mi nota como "MC", no quería dársela personalmente, su reacción me asustaba. Hablamos con un chico que iba en su misma clase y el acepto.

-Entrégale esto a Maverick, trata de ser discreto, por favor, que nadie se entere mucho menos Carla, últimamente anda muy pendiente de quien se le acerca.

Los nervios me consumían y jugaban conmigo ,para olvidarme de lo que acaba de hacer preferimos ir a un karaoke a divertirnos un rato.

¿ALGO CAMBIARA?

Regresamos tiempo después del periodo vacacional, cuando lo vi cara a cara observe que él me quedo viendo .Mis amigas y yo asegurábamos que sentía algo por mí, eso parecía todos los días. Hasta que llego el día en el cual debíamos pasar horas formados para actualizar el papeleo escolar nuevo.

Nada podía salir mal, solo íbamos agobiarnos una vez más.

Pasaron horas para que mi turno llegara, al salir Paulina me conto que Maverick estaba hasta el final de la fila, y decidí pasar por ahí, me alegraba el día con tan solo verlo, y esta vez no fue como yo lo espere.

Camine hasta el final, me entro una una llamada justo cuando él se dio cuenta de mi presencia, pude verlo de soslayo, eso no era amor, su cuerpo se tensó, me volteo los ojos y hasta me torció la boca.

Solo me di la vuelta, como podía ser tan tonta, pensé lo peor de él, y estaba tan arrepentida de todo lo que había hecho para acércame, no solo lo culpaba, también me culpaba a mí por ser tan tan...

Quería llorar. No estaba segura si de tristeza, sentía impotencia.

¿Qué me faltaba?, ¿Cómo no me di cuenta? , ¿Qué hice mal?

Me fui a mi casa, no quería hablar con nadie, mis padres se encontraban como siempre trabajando, solo estaba yo y mi soledad en una casa tan grande y tan vacía a la vez. Me dormí, cuando desperté no recordaba que había ocurrido y por qué tenía los ojos hinchados, hasta que hice memoria y regreso ese sentimiento, como si no valiera nada.

Quizá llegamos al punto de haberlo hartado, pasábamos por donde ellos estarían y nos miraban de distinta forma. Diana y Lilieth eran las únicas de mí mismo grado que sabían, no ayudaban mucho, nunca eran discretas y eso cansaba. Tampoco quería que todos los que me conocían supieran de eso. Tal vez, era ya tan obvio que lo que yo sentía llegaba a hostigarlo como a mí.

No quería verlo nunca más, no reconocía si era mi orgullo o mi dignidad.