VI

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.- El aire era tenso, y la fija mirada de la pequeña junto a la del peli-verde hacían temblar al edificio entero .-

Hestia- Ehmm, ¿aló? Fraaan, pequeña .-llamaba a la pequeña, moviendo de un lado a otro su mano.-

Fran- A-Ah...Diosa Hestia...

Hestia- ¡Hola, amor! Eres muy fuerte y bonita, ¿te han dicho, jeje? .-sonrió.-

Fran- N-No, no...primera vez que me lo dicen .-decía aún con la mirada fija en él.- Maestro, es él, pero...emite un aura totalmente diferente, es como si fuera otra persona .-pensaba.-

.- Lo sé, lo sé, Fan. Él de seguro es así de talentoso, no podemos subestimar su poder, así que mantente al margen, siendo sobre todo amable. Finge tus acciones .-sugirió la voz.-

Klimt- Dejando eso de lado, Hestia; ¿tienen hospedaje? Porque si no es así, les tengo una oferta -puso sus brazos en jarra, orgulloso.-

Hestia- Pues teníamos pensado ir al hostal de aquí, pero ya sé a dónde vas, así que si es lo que pienso, acepto .-expuso.-

Klimt- Tan perspicaz como siempre...

.- Resulta que, hace no mucho tiempo, aquel elfo había abierto un hostal con su nombre y logo, claro siendo respaldado por él mismo y, el gremio; aprovechando la ocasión, se le había ocurrido aumentar de nivel la imagen de su hotel mediante importantes visitas, como ahora lo eran Hestia he Izuku.
Ellos no se hicieron problema, y se hospedaron ahí lo más rápido posible, para así, horas después salir a dar una vuelta nuevamente por la ciudad, con el objetivo de simplemente divertirse...
A las afueras de la ciudad, a unos cien kilómetros de la misma, en una gran cárcel del país se encontraba saliendo a pié un peli-negro jóven (?), el cual con tranquilidad respiraba el fresco aire que lo rodeaba.
Detrás de él, una hermosa peli-celeste se mostraba desde la entrada del calabozo, pasándole unos papeles al chico, quien solo sonrió antes de sollozar ligeramente mirando al cielo; este "jóven", entre comillas se trataba de Yuji Inoue...el inmortal.
Más tarde en la noche, Izuku se encontraba dejando a su diosa acostada en la cama, después de un claro largo día .-

Izuku- Que animada es esta chica...parece pulga, saltando de un lado a otro en tan poco tiempo... .-se burlaba entre susurros.- Hmm...tengo tiempo de ir al gremio antes de dormir.

.- Caminó hacia la salida del hotel y se dirigió hacia el nombrado gremio.
En el camino se dió cuenta de algo, y es que ese mundo, o realidad alterna en la cual se encontraba varado; tenía seis lunas, no una, como su natal planeta tenía. Se sorprendió, pero algo que le extrañó era que cada una tenía su presencia, un color, tamaño y estaban formadas como si de un patrón se tratara. Una en particular, soltaba una presencia poderosa, como si de un ser vivo se tratara, pero no le prestó más atención...
Llegando al gremio, se encontró con una gran multitud de gente merodeando el lugar, observando a alguien o algo que los mantenía atentos y entretenidos, o bueno...¿asustados, preocupados? Algo así; apenas se asomó, lo primero que divisó fue cómo Klimt, Dios de Gremio se mantenía parado frente a un peli-negro chico, el cual sin miedo le imponía presencia .-

Klimt- Ya te lo dije, ella no está aquí, y aunque lo estuviera, abandona esa esperanza de que te le hubiera entregado .-serio.-

.- Sé que está aquí, no podría olvidar jamás el aura divina que emanaba hace doscientos años, Klimt, es imposible .-le comentaba estoico.- Y, aunque no lo creas, estoy arrepentido...estoy aquí para pedirle perdón, he irme sin más problemas, ella no se lo merece .-cabizbaja.-

Klimt- Hestia no te quiere ver ni en pintura, Yuji, recuerda su nombre y te daré razón de éso .-le dió la espalda.- Y vete, porque tengo visitas en la ciudad...

Izuku en Danmachi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora