Izuku en Danmachi

XVII

.— En el vasto y ancho espacio que ocupaba la Ciudad del Este, un grito desgarrador echo de odio he ira se formó entre los ecos de la destrucción. Ninguna persona llegó a descifrar qué o quién había soltado tal rugido, ni qué quería decir; en desesperación, todas las personas empezaron a comentar entre sí; "¿qué acaba de pasar?" "¡La ciudad está destruida por completo!" "¿¡Qué están haciendo los aventureros!?" Preguntas y afirmaciones tan correctas como decir que el blanco es blanco, y el rojo, rojo.
   Todos allí se empezaron a desesperar segundos luego de procesar todo. Explosiones por aquí, sangre por allá. Mientras más veían, más querían huir hacia donde los dirigiera el destino fuera de la ciudad. Klimt, quien aún sostenía su barriga con algo de dolor—por el ataque de Izuku—, caminó cojeando un poco hacia lo que era el frente del refugio general de la muralla. Y musitó: .—

Klimt— ¡Gente del Este, no se preocupen más, el enemigo fué derrotado! .—mintió alzando la voz.—

.— ¡Y qué hay de toda esta destrucción! ¡Lo único que queda es el recuerdo de nuestros hogares! .—alegó uno de los ciudadanos. Enojado.—

Klimt— Sí...tienes razón... .—apretó los dientes y los puños.— Ciertamente, no tengo palabras para excusarme...toda esta gente se ha quedado sin refugio ni esperanza. Aunque podría llevar a toda esta gente ordenadamente hacia Orario, tendría que antes consultarlo con Ouranos. Claramente me dará el permiso, no es idiota. Sin embargo...sin embargo...toda esta gente ha sufrido inconsecuentemente daños físicos y psicológicos. Lo hubiéramos querido o no... .—cabizbaja.— Era inevitable. Por estas cosas es que el gremio siempre organiza todo el entorno cuando dos poderosos van a luchar...mierda, esto me está matando. En serio lo siento...lo lamento muchísimo.

.— Ante la situación, la aventurera 'Franciss' dejó delicadamente a su compañera en el suelo, recostada mientras se sanaba muy lentamente de las heridas, y se posicionó la lado del elfo .—

Klimt— ¿F-Fran? .—confundido por las acciones de ella.— ¿Qué estás...?

Fran— ¡Gente de la Ciudad del Este! .—vociferó llamando la atención.—

.— Espera, esa, ¿no es "Franciss"?

.— ¡Sí, es ella!

.— Pero, ¿qué hace tan inmutada...? ¡Su trabajo, ¿no era protegernos de algo así?!

Fran— ¡Estás en lo correcto! .—sorprendió a los civiles.— ¡El monstruo que nos atacó es alguien sin precedentes! ¡Storm Champion—apodo de Amanda—luchó con todo lo que tenía, y aún así...¡AÚN ASÍ ESE MONSTRUO GANÓ! .—enojada.—

.— ¿¡No que había sido derrotado!?

Fran— ¡Nuestro objetivo como aventureros ahora es mantenerlos a salvo! ¡Independiente de sus propiedades, nosotros haremos lo mejor para que pasemos por esta obscura etapa juntos! ¡El maestro de gremio agilizará todo para que podamos evacuar hacia la ciudad laberinto, Orario! .—comentó agradando a la opinión pública.—

.— ¡No cumplieron su trabajo como aventureros ahora! ¿¡Qué nos asegura que en un futuro sí!?

Fran— ¡Quizás somos aventureros, pero también somos humanos, idiota! .—lagrimeó, comisionando a algunos.— ¡De alguna u otra manera; elfo o gato negro, seguimos siendo la misma mierda! ¡Sentimos, queremos, nos encariñamos con cosas y las perdemos, y a veces no es posible recuperarlas! ¡Así que por favor...permítanme una oportunidad más! ¡Reconstruiremos todo aquí, y le daremos derrota al ser que causó todo esto! .—afectada.—

.— Cada palabras que ella daba con el objetivo de causar esperanza y unión entre los ciudadanos, para el elfo de su lado, no eran más que palabras atrapadas por el dolor y tristeza. No era como si se notara, pero él era lo suficientemente inteligente y fuerte como para sentirlo. Fran estaba sufriendo por cda palabra que daba. Era obvio, una situación así no era para menos. La aventura más fuerte de su gremio, y que era nivel 7, había sido derrotada brutalmente, la ciudad estaba en ruinas, y no tenían a dónde refugiar a miles de personas; desesperadas por su futuro .—