Aduéñate de mis demonios

V

Pov Kali:

Me había despertado y eran las 03:25 p.m. así que había decidido salir de la cama e ir a la cocina a por algo de comer ya que tenía hambre.

Bajaba las escaleras mareada ya que ni bien me desperté quería comer,esto ya era costumbre que por la madrugada comiera algo.

-Mierda- susurre para mi al casi golpearme la cabeza con la pared de al lado de las escaleras cuando había llegado al final de ellas.

Entre en la grande y lujosa cocina donde casi todos los objetos que había en ella eran de color gris y blanco.

Camine perezosamente al refrigerador y mire algo que podría comerme pero al final opté por coger la jarra de agua e ir a por un vaso.

-Que pereza comer-dije mientras dejaba la jarra y me llevaba el vaso con agua a la boca.

-Con uno de los siete pecados capitales no se va bien por la vida-dicen a mi lado izquierdo haciendo que escupa todo lo que no alcanze a tragarme,haciendo que alaves se me escape el vaso por el susto haciendo que este se rompa,a pesar de eso no llegue a chillar ,solo pegue un salto.

Me giré para ver bien quien cojones casi me provoca un infarto.

No sabía que decir al ver al señor no tan señor Dereck acercarse haciendo que la luz de la luna lo ilumine gracias a las grandes ventanas. Me miró de arriba abajo y allí me di cuenta que solo llevaba una camiseta de Keiler negra que me llegaba a cubrir solo las bragas. Pero se quedó mirándome los pezones ya que no era muy fan de los sujetadores, los detestaba.

Le quería decir que con uno de los siete pecados capitales tampoco se va por la vida pero me calle ya que era el padre de Kei.

Se dio cuenta de mi incomodidad y miró el vaso en el suelo que estaba hecho pedazos.

-Pediría perdón por el vaso pero no fue mi culpa que la gente se quede en la oscuridad a estas horas provocandome casi un infarto- dije agachándome a recoger los vidrios.

-Que puedo decir, la gente tampoco tiene la culpa de que otros no se den cuenta que tienen a otros a su lado‐dijo con ironía- Y deja eso o te vas a cortar y no me apetece llevarte a estas horas al hospital a que te quiten los vidrios.

-Ay no sabía que podría cortarme pensé que se podían comer- dije fastidiada y con ironía mientras seguía recogiendo los y amontonando los en mis manos.

-¡Dije que dejaras eso joder!- medio grito a lo cul levante la cabeza para mirarlo pero ya me estaba cojiendo de los hombros llevándome al baño.

–¡A mi no me grites!-lo dije con el mismo tono.

–No voy a seguir con esto y no te atrevas a volverme a gritar-dijo con aires de superioridad pero me calle ya que esto me estaba cansando.

Me metió en el baño donde encendió la luz y me sentó en el váter donde me di cuenta que me estaba sangrando la mano izquierda.El saco un botiquín del cajón y me empezó a vendar la mano después de desinfectar la herida y asegurarse de que no hubiera ningún trozo de cristal.

Estaba a punto de acabar y no se cuanto tiempo estuvimos allí yo sentada y el agachado curandome la mano en silencio,sin que ninguno diga algo.De vez en cuando levantaba la cara para mirarme y yo apretaba la mirada de mi mano para mirarlo.

-Ya- dijo al acabar y recoger todo.

- Gracias.

-Vete mañana la mujer de limpieza recogerá tu desastre.

Ni siquiera me miró allí me di cuenta que el solo llevaba un pantalón azul normal y estaba sin camiseta.Las cosas como son estaba bueno.Deje de mirarlo y me fui.

Para nada le servía lo de guapo si tenía tanto de egocéntrico apenas hablé con él pero se nota que es un egocéntrico.

Me metí en la cama y no volví a pegar ojo hasta el siguiente día en el que Keiler me preguntó que me pasó al verme la mano le dije la verdad pero omití los detalles.

Con su padre no volví a intercambiar palabras hasta unos días pasados, ya que aparte casi no estaba por casa.