III

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Pov Kali:

Me desperté por el ruido de las gotas chocando contra la ventana.Estaba de lado mirando hacia la ventana,me gire y me encontré a Keiler durmiendo,quería despertarlo pero me quede viéndolo como una tonta.

Empecé a pensar,estaba confusa y no sabía por qué.

Mientras miraba al ser humano que estaba a mi lado pensaba en cómo acepté ser su amiga con derechos.

A él le tengo mucho cariño y es importante para mi,solo por eso acepté ser lo que somos.

No me gusta el romance,pienso que el amor está sobrevalorado.Al decir amor la mayoría por no decir todos lo relacionan con un sentimiento bonito.

El amor por mi que es algo malo disfrazado de algo bueno. Cuando llega el amor,llegan las tragedias,así que paso de esas cosas.

Adoro los retos pero el amor es un reto que quiero mantener a kilómetros de mi.

No lo soporto, fácilmente diría que lo odio. Todo eso que siento hacia ese sentimiento fue causado por la vida y el ser humano,por eso prefiero a los animales, no me siento orgullosa de ser humana ,pero supongo que me merezco el odio hacia mí,hice cosas por las cuales odiarme a mi misma sería poco.

Pero a pesar de eso con Keiler es diferente,llegó cuando más desprecio sentía hacia mi y de alguna manera con él me olvidaba de lo que hice. Con el tiempo nos volvimos muy cercanos y pasamos de amigos a mejores amigos con derechos. Le costó ya que yo no quería pero después le dije que sí.

Aún me siento miserable y me lo merezco,pero el me hizo encerrar poco a poco esos sentimientos y recuerdos,aunque siguen allí simplemente ya no me emborracho hasta ya no saber mi nombre para dejar de pensar en esas cosas y sentirme miserable.

Keiler no lo sabe todo,podría decirse que no sabe ni la mitad de mi vida. Porque no me sentiría muy cómoda al contarle partes que no sabe de mi vida.

Deje mis desordenados pensamientos cuando él abrió los ojos y me miró fijamente,y me dijo.

-Así que admiras lo bueno que estoy de buena mañana-ni siquiera lo dijo como una pregunta fue más como una afirmación.

-Sí claro más quisieras- dije mientras una sonrisa se formaba en sus labios.

-Pero amor si se te va ha caer la baba.

-Qué dices -le dije confundida y tocando mis labios,las cosas como son se veía muy bien solo en boxer y con ese torso al aire libre,pero yo nunca babearia por alguien.

Se rió de mi gesto y empezó a besarme,yo le correspondi un polvo por la mañana no me vendría mal.

Me mordió el labio y yo gemi a lo que él aprovechó para meter su lengua.Era un beso lento,no teníamos prisas.

Me quito la sudadera ya que anoche me dio pereza cambiarme y empezó a besar mi cuello bajando llegando hasta mi vientre donde empezó a dar besos húmedos,estaba a punto de quitarme el short de pijama que llevaba pero tocaron la puerta.

-Joven Keiler el desayuno está listo,bajen a desayunar-dijo la señora que solía limpiar y cocinar para nosotros.

-Bien ya vamos-dijo Keiler a lo que la mujer se fue ya que se escucharon sus pasos alejándose.

Keiler se dio una ducha y yo me di una después de el ya que juntos habríamos tardado más.El ya se había vestido y bajado antes que yo,así que fui al armario y escoji unos baqueros de tiro alto negros y un top escotado en V blanco y mis bambas blancas y bajé.

Llegué al final de las escaleras y fui a la cocina donde estaba el padre de Keiler y el desayunando.

-Buenos días-dije.

-Buenos días-habló él con su voz ronca sin ningún interés al igual que yo,ni siquiera había levantado la vista de su plato.

Keiler no dijo nada como casi siempre la comida se robaba su atención.

No me senté, me quería ir ya que tenía que comprarme algunas cosas que me hacían falta.Me dirijí hacia la puerta cuando él me detuvo con su voz ronca y firme.

-¿A dónde vas?-pregunto eso a lo que a mi me dejó un poco sorprendida pero se me pasó cuando volvió a decir-Lo digo solo por que ni siquiera desayunaste-acabó de hablar mirándome a los ojos y yo no podía darme cuanta si lo decía por decir o tenía curiosidad,nunca me paso que no sabía que transmiten los ojos ajenos.

-Necesito comprarme unas cosas,y no tengo hambre-dije firme a lo que Keiler dejo de ver su plato de cereales y me miro a mi.

-¿Pero no que nos quedamos aquí?

-Si pero tengo que comprar unas cosas-dije ya harta de preguntas tontas y me fui sin más sintiendo las miradas de esos dos hombres.Aunque tenía tiempo de sobra de comprar lo que me faltara quería salir de allí,no habían pasado ni dos días bien con la presencia de ese hombre y ya me quería ir.

Había acabado de comprar lo que me hacía falta había pasado por mi antiguo apartamento a dejar las cosas,volvi y me encontraba en el sofá con Keiler intentando acabar la saga de crepúsculo mientras que se quejaba porque no le gustaba.Era por la noche y su padre había salido a verse con noseque socios.

Arlet me había llamado para salir esta noche y yo acepté ya que estaba aburrida, hoy iríamos a Venus el club en el que tengo acciones así veo de paso como van las cosas.

Acabe yendo a prepararme, me puse un vestido negro me hice una cola alta y un maquillaje nada llamativo y baje, no queria ir a llamar la atención, solo iria a por unos tragos veria como hiban las cosas por alli y ya.

Abajo estaba Keiler esperándome, llevaba unos baqueros negros y una camiseta blanca pegada a su cuerpo, hoy ninguno tenia ganas de armarse tremendo autfit.

Llegamos en mi coche y lo primero que quería hacer era saludar a mi gran amigo, no lo veía hace un mes.

Había saludado a Arlet y junto a Keiler y unos cuantos más los deje en la mesa y me fui en busca del hombre que conocí hace cuatro años.

Aduéñate de mis demonios Donde viven las historias. Descúbrelo ahora