𝐂𝐑𝐘 𝐁𝐀𝐁𝐘 ⸻ han seojun

chapter sixteen.

⸻❛ CRY BABY
❪ capítulo dieciséis ❫

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─LO LAMENTO ──Yeori se puso de pie cuando Seojun salió de la habitación, apenas dos minutos después de que ella lo hiciera. Mihyang no habría escuchado ninguna de sus excusas para intentar quedarse, y ciertamente lo habría despedido rápidamente. Era tarde y mañana habia escuela, y tal, había venido a esperar afuera de la puerta, algo en ella deseaba que se quedara, algo completamente relacionado con la expresión del rostro de Seojun cuando entró.

──No sabía que estarías aquí ──ella continuó, mientras él comenzaba a caminar por el pasillo.

──Sí, bueno, ella es mi mamá ──Seojun se encogió de hombros──. No sabía que todavía la visitabas.

──Cada dos fines de semana, más si puedo ──respondió Yeori suavemente, mientras caminaban lentamente desde la puerta──. Ella ha sido tan... tan maravillosa conmigo, y sería horrible si no le pagara de la manera que pudiera. No sabía si ella te lo habría dicho o no.

──No, no lo hizo ──él dijo──. No estoy... no... no estoy molesto por eso. Simplemente... no lo sabía ──él se encogió de hombros──. Me tomó por sorpresa, supongo.

──Lo lamento ──ella repitió, y lo dijo en serio.

Ciertamente no estaban en los mejores términos y la situación no podría haber sido más difícil de presentar. De haber sabido que él estaba allí, se sentó frente a su madre quien había estado tan enferma antes de su trasplante que se había convertido en un ídolo y después del trauma y dolor causado por la muerte de Seyeon y el evidente maltrato en la empresa, se había visto obligado a irse de la escuela para realizar los pagos iniciales. Su padre no estaba en la foto, y los trabajos que se esperaban de él recaían sobre sus hombros. Yeori siempre había entendido que incluso una pequeña parte de su ruptura se debía únicamente al estrés de la enfermedad de su madre, y ella nunca cuestionaría eso.

Y ciertamente, ante su madre, no habría ningún comportamiento típico; estresarla sería revertir gran parte de su mejoría, y ser amigable era... difícil. El dolor de si todo todavía estuviera en algún lugar de su corazón y la mayoría de los días no pudiera ignorarlo, pero frente a Mihyang lo intentaría. Y sabía que Seojun también lo haría.

En esa medida, sabía que necesitaba disculparse. Ella había infringido el poco tiempo que él podía pasar con ella ahora que había regresado a la escuela y nunca había sido su intención interrumpir eso.

──No necesitas disculparte ──Seojun le dijo, casi torpemente mientras hundía las manos en los bolsillos──. Ella te ama, me dijo que debía decirte que no te preocuparas por mí, porque ella disfrutaba verme y que yo podía... podía comportarme ──él sonrió, de esa manera casi despreciativa.

Yeori compartió esa sonrisa──. Ella es tu mamá.

──Lo sé. Debería esperar eso. Es bueno ──él asintió lentamente──. Es bueno que ella pueda regañarme y darme órdenes otra vez. Es bueno que...

Se detuvo y sus ojos se posaron en el bullicio de emoción que se avecinaba. Y cuando Yeori vio lo que estaba mirando, sintió como si su corazón, lleno de dolor, dejara de latir lentamente.

Ella no lo había visto desde entonces, y ahora él simplemente estaba...

parado allí, tomándose fotografías con estas personas mientras hacía otra

aparición pública en uno de esos lugares que donó y... simplemente estaba allí parado. Simplemente se quedó ahí.

Lee Joohun. El padre de Suho. Ese hombre...

Y el odio reemplazó al dolor, y la sangre rugió en sus oídos mientras su corazón volvía a la vida. Pero ella no podía moverse, no se atrevía a moverse, ni siquiera sabía si podía moverse, y sólo estaba mirándolo.

SR. Lee. El CEO. Ese hombre que había causado tanto dolor y sufrimiento y aún así permaneció allí como si nada hubiera pasado. Como si no fuera cómplice de la muerte de un hombre... de un niño. Seyeon era sólo un niño. Tenía una familia, tenía amigos y tenía una avalancha de odio inmerecido y ahora todo le recordaba a Yeori ese inmenso dolor de perderlo.

Y el señor Lee podía simplemente quedarse allí, sin una pizca de culpa sobre él, mientras un niño había muerto y sus amigos tenían que recoger los pedazos.

Ella no dijo nada, no parecía capaz de moverse, incluso cuando la escena había desaparecido frente a ellos. Seojun tenía esa mirada furiosa en su rostro, y en un momento decidió tomar su mano y tirarla hacia adelante, fuera de la sala, fuera del hospital, lejos de donde él estaba.

En el aire frío, soplando contra sus cálidas y enojadas mejillas, él soltó su mano y se giró, levantando lentamente los hombros en todo desafío a su ira y dolor, y mientras Yeori se recuperaba, alcanzaba su teléfono para enviarle un mensaje a su padre para hacerle saber que ella iba a regresar, él se volvió.

──¿Cómo has llegado hasta aquí? ──preguntó Seojun, bastante de repente, con ese tono en su voz con el que ella estaba más que familiarizada──. ¿Tu papá te trajo?

──No, vine en autobús ──respondió Yeori.

──Tonta ──dijo, casi afectuosamente. Seojun sacudió la cabeza y el pelo se le salió de los ojos──. Vamos ──continuó, haciéndole señas para que avanzara, hacia donde podía ver el aparcamiento y una motocicleta que reconoció fácilmente.

──Hay un autobús en quince minutos ──ella respondió desafiante.

──Está oscuro y se tarda media hora em autobús ──Seojun respondió con un
suspiro──. Sólo déjame llevarte a casa, Yeori. Incluso tengo un casco de repuesto para ti.

──No es necesario, Seojun. No sé qué te dijo tu mamá, pero-

──Mi mamá no dijo nada ──él insistió──. Vamos, te llevaré a casa.

Ella se quedó allí, mirándolo, casi ajena a la vista que tenía ante ella. Fue extraño. En un tiempo antes, ella aceptaría la oferta sin un momento de duda, pero ahora, la amabilidad y el reconocimiento de los viejos sentimientos reminiscentes, fue mucho más allá de lo que había esperado, dadas las sutilezas que él había mostrado apenas media hora antes.

──Yeori ──dijo Seojun en voz baja, desviando su mirada del suelo hacia ella──. Vamos ──él le hizo una seña para que avanzara, con solo un breve movimiento de cabeza hacia el estacionamiento y sin siquiera pensarlo, Yeori dio otro paso adelante──. Caray ──él tarareó y cerró la brecha una vez más para tomar su mano y arrastrarla hacia la motocicleta.

Observó cómo él encendía la motocicleta, levantaba el asiento para quitar la correa del casco y se lo tendía──. No tengo otro ──él dijo.

──Entonces úsalo, idiota.

──No puedo convencerte ──no era una pregunta y él negó con la cabeza. Ella era demasiado testaruda para eso, él lo sabía muy bien──. Bien. Pero tienes que agarrarte fuerte.

──Lo recuerdo, bastardo ──ella se burló──. Y tienes que conducir con cuidado y despacio, ¿está bien?

──Bueno ──él asintió──. Sólo sigue adelante.

Y ella tomó asiento detrás de él, pasando una pierna por un lado y acomodándose en el asiento. Se sentó frente a ella y hubo una pausa cuando sintió un susurro de un toque en sus costados, antes de que Yeori reconociera su destino y sus brazos rodearan su cintura.

No dijo nada, a pesar de que la acción familiar hizo que algo se le cerrara en la garganta, siguió adelante en la noche.