Junghope_ VIKING

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Jungkook caminaba con calma, mientras veía a las personas correr de un lado a otro con pánico.

Era algo bastante normal, ya que los rumores de que; "un enorme grupo de vikingos que se encargaban de invadir y saquear países enteros para obtener lo que querían" se habían esparcido como agua.

Y no era que se equivocarán, habían cruzado mares enteros para llegar a uno de los continentes más ricos en el mundo, pasando las enormes murallas y atravesando los peores desafíos.

Claro, para la gente de clase era algo normal, que nórdicos salvajes invadieras sus países para saquear cosas importantes.

Jungkook solo se ocupo de caminar, en las calles meramente lujosas, dejando que su pueblo hiciera el trabajo, bajo sus órdenes. Sin embargo una mueca disconforme se le formo en el rostro cuando pasando cerca de una pequeña pero bonita casa, escucho gritos y llantos de un omega y varios niños.

Entro de golpe, encontrándose con una escena desagradable, por muy bárbaro que sea, Jungkook no podia permitir tales atrocidades.

El no era un alfa abusador, y mucho menos permitiría que los suyos fueran así, por lo que al notar como un pequeño omega de cabellos rubios se retorcía en llantos de dolor ante tales rudas embestidas por parte de uno de los suyos, mientras dos pequeños niños lo observaban aterrados en un rincón, no dudo ningún segundo en tomar orden.

  —¡Detente o con Mjolnir te desangraré el trasero!—. El hombre lo miro aterrado sobre su hombro, deteniendo el acto y alejándose del omega—Sabes muy bien cuales son las consecuencias de estos actos.

El hombre a sabiendas del error cometido retrocedió en pánico marchándose a la espera de su castigo. El omega quien se cubría como podía, estaba en estado de shock, aterrado y adolorido, mirando con vergüenza a sus pequeños hijos.

De la puerta se asomo otro alfa, un nórdicos como él y uno de sus mejores amigos, quien observó apenado y a la vez cautivado al pequeño y denigrado omega, quien con miedo por la repentina aparición de otro alfa, retrocedió sobre la mesa en la que posaba.

El alfa de cabellos negros suspiro apenado.

  —실례합니다만, 알파가 당신을 다치게 할 의도는 우리의 의도가 아니었습니다 (Discúlpanos, no fue nuestra intención que ese alfa te lastimara)

El Perfecto coreano sorprendió al omega, que lo miro entre horrorizado y enfadado. ¿creía ese tonto alfa que aquella disculpa quitaría esa averrosidad y el trauma a sus pequeños hijos.

  —잡기(Toma)—. El alfa extendió la gruesa capa de piel de oso al omega, quien le miraba aturdido—난 널 해치지 않을 거야, 약속해, 난 그냥 널 감싸고 싶어 (No te hare daño, lo prometo, solo quiero cubrirte)

El omega dudo, pero con un leve y temeroso asentimiento permitió que el alfa se acercara y lo cubriera con la gruesa y cálida prenda.

Johnny miro la marca borrosa en el cuello del omega, lo que significaba que su alfa había muerto, hecho un vistazo por la casa y aunque la fachada era bonita, solo podia ver prendas tiradas por todos lados a medio coser y otras terminadas por completo. Los pequeños niños lo miraban con terror esperando que el hiciese un mal movimiento como antes hizo el otro desagradable alfa.

Jungkook se mantuvo en silencio viendo como su amigo caía rendido ante el bonito y lloroso omega. Por lo que con una orden silenciosa su amigo le sonrió agradecido.

  —내 이름은 서 조니야, 오메가를 보호하겠다고 약속할게 (Me llamo Seo Johnny, prometo protegerte omega)—. El omega lo veía sorprendido por tal propuesta, pero cambio a una de terror cuando vio al alfa acercársele a sus cachorros.

  —걱정하지 마, 네 엄마가 다시는 이런 일을 겪지 않을 거라고 약속할게, 내가 그들을 지켜줄게 (Tranquilos, prometo que su madre no volverá a pasar por algo así, los protegeré)

Los cachorros algo tímidos tomaron la mano que el alfa les ofrecía, bajo los observadores ojos de su madre quien observó atónico como sus hijos se entregaban a las palabras de un alfa, ellos siendo tan desconfiados que incluso odiaban que su difunto padre los tocar.

Las lágrimas secas en sus ojos, volvieron a ser cubiertas por otras, que comenzaron a descender por sus mejillas hasta su cuello, ese alfa le hacia sentir un no sabe qué, pero era bonito. Algo que no había sentido con nadie más que con sus cachorros.

Por eso cuando el alfa le extendio la mano libre, con el menor de sus cachorros en su brazo y el otro colgado de su pierna, no dudo en tomarla.

Jungkook soltó un largo suspiro, no entendiendo nada de lo que su amigo profesaba, pero sabiendo bien que era una propuesta de amor y huida, decidió salir por la puerta, observando a su otro amigo alfa caminar hacia el con una soncarrona sonrisa.

  —Jungkook, creo que eres el alfa más noble que conozco—. Se carcajeó, palmeando el hombro del otro.

El alfa miro mal al moreno para apartar su mano y comenzar a caminar siendo seguido por el otro.

  —Un alfa viejo como tu no debería estar haciendo bromas y comportándose como un chiquillo.

Namjoon se carcajeó con más fuerza, Namjoon más que su amigo era un padre para él, con su típico aire paternal y su actitud destructiva e infantil. Namjoon no era tan viejo, pero con sus 36 años lo suficiente para andar soltero y sin hijos. Aunque el alfa solía decir que con él le bastaba, por lo que se tomaba la libertad de estudiar diferentes idiomas junto Johnny y tomarse la vida libre como si fuese un adolescente.

  —Aveces siento que me tomas el pelo mocoso—. Sí, claro.

Jungkook volvió a suspirar caminando y siendo seguido por el alfa, quien comenzó a parlotear sobre lo bonito y pintoresco que era Korea.

Claramente siendo gran parte ignorado por el increíble alfa que desprendía hombría por cada poro de su cuerpo.

Lo macho lo tenia tatuado en el rostro, no literalmente, pero esa testosterona era digna de un alfa Dios.

Jungkook siempre había sido un alfa muy apuesto, rodeado de bellos y bellas omegas que se derretían al mirarlo, sus 23 años de edad no le hacían juego a su apariencia, porque a pesar de tener un rostro juvenil, Jungkook era un hombre con la mandíbula bien colocada y los músculos por estallar entre las pieles que vestía y su gruesa armadura. Sobre todo un verdadero líder a su joven edad, Jungkook era el primer Rey joven de todos los continentes y un líder nato.

  —Para ser un país enorme y rico, le hace falta seguridad.

  —¿Qué esperabas de una ciudad que solo quiere hacer riquezas y no pagar al pobre?

  —Tienes que admitir que tenemos mucha ventaja—. Se enorgulleció el alfa mayor.

Jungkook gobernaba todo el país de noruega, donde las banderas nórdicas se levantaban con fervor, por lo que estar acompañado también de un número grande de guerreros no era algo que tampoco pudiese enfrentar otro país con facilidad.
 
  —Como decía mi asqueroso padre, "Morir o conquistar" —. Hablo agríamente observando el lugar.

Una sensación baja en su vientre, le decía que tenia que seguir aquella tela blanca que se mecía con el viento en un callejon sin salida.