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Solté un jadeo del susto al escuchar un cortocircuito arriba mío, la luz parecía querer regresar en este pasillo pero, definitivamente no servía la luz eléctrica.
Al menos ya no estaba en la lluvia. Por mera curiosidad, terminé entrando en el establecimiento abandonado, por fuera me sorprendió de lo enorme que es, aunque mirándolo bien, el lugar parece deshabitada desde hace años, no lo sé.
Pareciera que la naturaleza siguió floreciendo con el paso del tiempo que hasta donde caminaba podía pisar y vizualizar unas grandes raíces, hasta habían enredaderas en el techo, varias veces me tocó golpear mi rostro por eso.
Aunque no hay claros signos de vida en este vacío edificio, la oscuridad, el silencio sepulcral junto con las gotas de lluvia chocando estrepitosamente en varias direcciones haciendo eco... me llena de escalofríos. Me daba una gran inquietud el saber que quizás no debí haber entrado en este sitio tétrico, hasta me acordé de The Walking Dead y el apocalipsis zombie.
¿Será que la gente de este lugar pasó por lo mismo?
No, ahí estoy equivocado, probablemente se convirtieron en bestias azules como yo. Sí, eso debe ser.
En todo el camino, llegué al punto de no controlar mi propia inseguridad que hasta me abracé presintiendo mi cuerpo tiritando del miedo. Solté un quejido sonoro al sentir la enorme trenza siendo atorada por unas lianas que estaban colgando.
Negué con la cabeza por eso, sin problemas pude desenvolver mi trenza de las lianas para seguir con mi recorrido breve, en realidad no sé que esperaba encontrar en este azaroso lugar, tal vez para pasar la noche o, encontrar a alguien que pueda ayudarme.
El plan podrá sonar estúpido, pero en estos momentos me preocupa que pueda estar solo y con un millón de peligros inexistentes que no creí enfrentar después. Debería preocuparme por mí mismo, en pensar como sobrevivir de ahora en adelante, porque este sueño parece estar lúcido, conmigo incluido.
Y aunque sienta que el panorama es pesado e indescifrable, no quita el hecho de ser un lugar que pueda resguardarte de la lluvia, aun si se ve sacada de una película de terror.
Mi cabeza giraba en todas las direcciones posibles, observando con recelo cada mínima cosa que podría ser una amenaza en mi persona o si podría haber alguien con indicios de estar vivo. Claro que no sé a donde me dirijo, sólo puedo guiarme en el camino vial para avanzar en mi objetivo.
Incluso atraje mi trenza de gusanos vivos en la punta, empecé a acariciarla cómo si con ello pudiera calmar mis estrepitosos nervios que estaban a flor de piel.
—“No debería de estar aquí.— Tensé el cuerpo cuando ví asustado una cabeza al costado de un pasillo, sólo que este ya era completamente un cráneo. Casi me dan ganas de vomitar cuando una idea bizarra se me cruzó por la mente. Desvié la mirada tembloroso para seguir avanzando. —En serio, ¿qué demonios pasó aquí?”
