Recuerda ese día muy bien. ¿Cómo olvidarlo?
Era uno de los pocos momentos de paz que podía disfrutar después de recibir su varita. Solo él arreglado esos rosales y tranquilidad absoluta... era obvio que no duraría mucho.
Escucho un fuerte golpe y quejidos, así que no dudo en correr a ver que pasó, esperaba quizás que algún guardia o jardinero se hubiera tropezado y caído llevando algo pesado, algo que tenía muchas posibilidades de pasar. Pero no. Claro que no era así de sencillo.
Estaba realmente paralizado por el shock, por supuesto que lo estaba, tenía a un monstruo en carne y hueso, por primera vez, frente a él.
Pensó por un momento que serían más feos, al menos esa fue la idea que obtuvo escuchando los chismes de los guardias y criados. Mejor se regaño mentalmente, odiaba juzgar sin conocer y el shock ya estaba durando mucho, pero ¿cómo podía despegar sus ojos de él? ¿Se le podía culpar? Quien no se quedaría embobado viendo esos ojos esmeralda tan brillantes que combinaban perfecto con su piel y cabello dorados cual oro, además esas escamas reflejaban el sol. Y no tenía camisa, solo un chaleco abierto y pequeño que no llegaba más allá del inicio de sus costillas.
Hubiera seguido contemplando las vistas si un rojo brillante no se hubiera colodo. Y entonces POR FIN reacciono.
--¡Estas sangrando, déjame ayudarte por favor!-- Tenía experiencia con las heridas, como el guerrero capaz que su padre esperaba, había visto y curado sus propias heridas y las de otros, así que atenderlo no sería un problema.
Lo guió a una fuente de agua cercana y rompió su propia ropa para poder quitar la tierra de su herida.
Por supuesto hizo lo mejor que pudo, considerando que nunca había tratado a un monstruo y considerando que pararecia como si él también disfrutará las vistas, al menos eso espera y no que lo esté viendo para decidir de qué manera matarlo o algo así, dioses que pensamientos más turbios, necesita ya un descanso o el estrés le va a jugar una mala pasada.
--Entonces... ¿Cómo te llamas?-- alzo la mirada, topandose con la de duda del otro y entonces por fin dejó de verlo tan intensamente.
--Me llamo... puedes decirme Foolish.--
--Es un gusto Foolish, yo soy Vegetta.-- Otra vez esa mirada intensa sobre si encuanto volvio a ver la herida ¡no seas cobarde y mirame a los ojos como hace rato! --Y ¿Vas a contame como te lastimaste?-- Y el bucle de quitarle la mirada cuando alza su propia mieada, ¡por los dioses que solo quiere apreciar esas esmeraldas un poco más!
--Bueno... mi padre me dio la tarea de "revisar el área por información" a-aunque yo siempre quise ver el castillo por dentro, la estructura ya es muy impactante por fuera, jeje pero, b-bueno, los soldados dan algo de miedo, y e-entonces termine aquí de alguna forma y me corte con un rosal--
Entonces se infiltró en castillo para que los monstruos pudieran tener un buen plan de ataque ¿y en serio la mejor opción que tuvieron era él? Si está nervioso a más no poder, le tenía miedo a los soldados y se ve muy joven para tener un poco de experiencia ¿es que querían deshacerse se él? Considerándolo podría ser posible, realmente se veía como alguien muy tímido para estar en la batalla.
Espera ¿se lastimo con los rosales? Dioses, este chico moriría el primero en la guerra.
--¿Cómo siquiera te lastimaste? ¡Las espinas de mis rosales no son tan grandes como para hacer una herida que casi cubra todo tu brazo!-- Casi puede sentir como el otro esta a punto de temblar de los nervios.
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El Rey de la Oscuridad y su Esposo El Rey Monstruo FooligettaAU
RomanceCreció oyendo el odio hacia los monstruos, sin embargo, eso solamente le daba curiosidad por ellos, y justo ahora, que no lleva ni una hora hablando con él, su curiosidad solo ha crecido. ¿Cómo logra ser tan divertido y tierno? Se supone que es un...