ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ ᴅɪᴇᴢ

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Camino por el pasillo siguiendo el aroma a recién horneado hasta llegar a la cocina en donde veo a tía Hilda decorando un gran pastel de chocolate.

—huele delicioso —murmuro acercando mi dedo a la crema para sacar un poco.

—¡Hey! —golpea mi mano haciendo que la mire mal —este pastel es para la cena... Sabrina invitó al sumo.

—¿Porque ocupas tu tiempo en un pastel para él?

—es un pastel de la verdad —dice con una sonrisa traviesa —para ti hice galletas.

—¿Que está tramando ahora? —pregunto al tiempo que tía Hilda deja una fuente con galletas recién salidas del horno frente a mi.

—quiere revelar la verdad sobre su paternidad con Prudence.

—suena como algo divertido de ver —sonrío levemente.

—lo sé —ríe levemente —así que ve a prepararte, será algo elegante y los invitados no tardarán en llegar.

—esta bien.

—ten cariño —me detiene entregándome el bowl con galletas.

—¿Alguna vez te he dicho que eres la mejor tía del mundo? —pregunto con una sonrisa.

—si, todos los días —me sonríe.

Rápidamente beso su mejilla mientras la abrazo para luego salir al pasillo y subir las escaleras hacia mi habitación. Al llegar camino hacia el baño a medida que me deshago de mi ropa tirándola al suelo, me introduzco en la bañera y enciendo el agua dejando que me recorra por completo a medida que siento mis músculos relajarse. Lavo mi cabello y enjabono mi cuerpo para después quedarme unos minutos bajo el agua caliente con los ojos cerrados. Al rato cierro la llave del agua y cubro mi cuerpo con mi bata de baño. Mi mirada cae en el reloj en mi mesita de noche percatandome que ya eran cerca de las nueve de la noche, la cena comenzaría en unos minutos y yo ni siquiera estaba vestida.

Rápidamente me dirijo a mi armario y tomo un conjunto negro, una falda junto con una camiseta algo descotada. Subo las medias negras por mis piernas para después vestirme y calzar mis botines, luego sigo con el maquillaje y por último seco mi cabello. Una vez lista tomo mi chaqueta y salgo de mi habitación para bajar a la primera planta al tiempo que el sonido del timbre suena por toda la casa.

—¿Quién será a esta hora? —aparece tía Hilda desde la cocina —cariño, ¿Puedes abrir?. El padre Blackwood y su esposa están en el comedor y debo terminar el pastel.

—claro —asiento levemente.

Camino hacia la puerta a medida que me pongo mi chaqueta para luego abrir encontrándome con Nick mirándome seriamente.

—Faye —me saluda con una sonrisa.

—¿Estás invitado a la cena? —lo miro confundida.

—no —niega rápidamente —vine a hablar contigo.

Mi confusión aumenta aún más a medida que él me mira en total silencio. Sin saber que decir miro hacia el interior de la casa para después salir al porche cerrando la puerta detrás de mi.

—te escucho —murmuro apoyándome en el barandal.

—quería pedirte disculpas —dice haciendo que lo mire confundida —ya sabes... Por lo que viste ayer.

—no te estoy entendiendo.

—en la habitación de tu primo Ambrose —murmura apoyándose en el barandal a mi lado.

—ah, te refieres a eso —digo comprendiendo —no tienes porque disculparte, y mucho menos conmigo.

—sentía que debía hacerlo —me mira de reojo —después de todo tampoco ocurrió nada... Cuando apareciste, yo solo... Solo decidí volver a la academia.

𝐅𝐀𝐘𝐄 →ɴɪᴄʜᴏʟᴀs sᴄʀᴀᴛᴄʜDonde viven las historias. Descúbrelo ahora