Capitulo 2

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                            Desaparecer

Alex se levantó de la cama de nuevo, sintiéndose extraña, bostezó y estiró su cuerpo dejando sus manos en la cabeza, un suspiro salió de su boca cuando se dio cuenta de que su pelo estaba mojado. Miró a su alrededor viendo que tenía las sábanas mojadas, y él pijama que llevaba puesto también.

-¿Que es esto?- Susurró para ella misma.

La rubia entró en cuanto pudo a la ducha, lo que ella creyó ser agua estaba empezando a secarse dejando un rastro pegajoso en todo su cuerpo. Se metió bajo el agua intentando quitarse el pringue que llevaba en el pelo, frotó tanto como pudo, el jabón no parecía suficiente, una de las veces que fue a coger más, miró sus manos, que estaban rojas, algunas uñas se le habían roto y la cabeza le picaba de lo fuerte que había rascado.

Salió de la ducha exhausta por la situación, Dona estaba sentada en la cama, de brazos cruzados.- ¿Y bien?

-Buenos días...- Saludó con la voz entrecortada.

-¿Dónde estabas anoche?

Alex levantó la cabeza mirando a Dona.- ¿Que?

-No les he dicho nada a tus padres Alex, si te vas a escapar con un chico avísame, pero que sea la última vez que te marchas en mitad de la noche sin avisar.

-Dona. No he ido a ninguna parte.

-Cariño, no finjas mas.

-Escucha, no se que te habrá dicho Adrik, pero no es ninguna broma, Dona juro que no me he marchado de aquí.- La voz de la pequeña sonaba desesperada, esta vez se estaba asustando de verdad.

-No es ninguna broma de Adrik, Alex deja de intentar mentirme.

-Está bien, lo siento Dona, no lo volveré a repetir.

Dona asintió con la cabeza dejando a Alex sola, ella sabía perfectamente que no había salido de su casa, o al menos eso era lo que ella pensaba, tal vez había salido de la habitación sonámbula.

-Eso explicaría muchas cosas.- Susurró para ella.

Todavía asqueada por el aspecto y por la forma en la que se había despertado esa mañana, decidió que quería saber a dónde había ido, la casa tenía cámaras, así que si hubiera salido por la ventana se habría visto, terminó de prepararse lo más rápido que pudo, se puso el uniforme y bajó corriendo a la sala de vigilancia de su casa.

Abrió la puerta con cuidado de no hacer ningún ruido, una mesa con dos sillas y un monitor con un montón de pantallas apareció en su campo de visión, miró hacia los lados asegurándose de que no había nadie cerca y se puso a revisar las cámaras.

Estas no mostraban ningún movimiento, la puerta había estado toda la noche cerrada, las ventanas no se habían abierto, era imposible que la rubia hubiera salido de su cama.

Dejo todo como estaba, suspiró sin entender nada y volvió a subir corriendo a su habitación.

Revolvió toda esta en busca de algo que pudiera ser pegajoso y que estuviera vacío, sacó las sábanas del colchón tirándolas hacia un lado de la cama, se tumbó en el suelo mirando si se podía haber caído de la cama, miró en todos los cajones de su escritorio abriéndolos uno por uno. Nada.

Entró s su baño dejándolo todo revuelto, no había nada vacío, no había nada así de pegajoso y con ese olor.

Alex se sentó en el suelo con la espalda apoyada en la cama y los brazos en su cabeza.
¿Si no había salido de su habitación? ¿Donde se había metido en ese tiempo? ¿Donde estaba cuando Dona abrió la puerta?

𝐓𝐡𝐞 𝐥𝐨𝐬𝐭 𝐝𝐫𝐞𝐚𝐦𝐞𝐫Where stories live. Discover now