Estoy acostada en el sillón mientras veo como Miel se sube en su rascador con cama para estar en altura y acostarse en su sitio favorito, la nube más alta.
—Ya estamos viejas Miel —digo como si entendiera de lo que le hablo.
Se acomoda mientras maúlla.
—Sí, ya nuestros momentos de gloria solo son recuerdos ahora —dice Suzy y se echa en el otro sillón mientras tira su bolso Khaite al suelo.
A ella no le interesa mucho lo material, siempre dice que se puede comprar otro. Aun que es algo contradictorio, a nosotras nos encanta comprar algo nuevo.
—No seas exagerada Suzy, solo tienes veintitrés años.
—Y tú vas a tener veinticuatro en unos días más —se ríe burlándose de mí.
Miro hacia otro lado molesta y me levanto para poner algo de música en el equipo.
—No te vas a dar cuenta y ya vas a tener treinta.
Sigue hablando y yo busco en mi celular el playlist de nosotras mientras lo conecto por Bluetooth.
—Iré a buscar limonada, no subas mucho el volumen —digo y la miro expectante.
—No te preocupes Natty.
Cuando salgo del salón empiezo a escuchar Kiss It Better de Rihanna en un volumen bastante alto y cuando regreso, veo a Suzy molestando a Miel teniéndola en sus brazos y se arranca de ahí como puede, alejándose del salón.
—¡Suzy! Te dije que no fuerte, sabes que Miel ya está viejita —le hablo fuerte para que me escuche.
—¿Qué? No te escucho —dice fuerte y me arrebata el vaso que le ofrecí.
La miro molesta y divertida a la vez, sé que me entendió y se aleja cantando mientras baila.
—Disfruta Suzy, después iremos a hacer pilates —digo y me siento en el sillón.
—Nunca he ido, espero disfrutarlo. ¿Es esto? —dice y me muestra su celular un video de una chica.
—Sí.
—No se ve difícil —dice y le da like al video.
—No, quedarás como nueva.
[...]
Terminó la clase de pilates y mientras vamos al auto para ir a mi casa, escucho a Suzy respirando apenas.
—No puedo caminar —dice cansada.
—Es normal, es tu primera vez.
Subimos al auto y la veo masajearse las piernas con su cara contrariada. Me río.
—Vas a dormir como un bebé después —digo burlándome.
—No te rías, me duele —dice balbuceando.
—Tu querías venir.
—¡Pues pensé que era fácil!.
—Creo que llamaré a mi masajista para que me relaje estos músculos, tu estás como nueva —dice después mirándome incrédula.
—Ok, me iría bien también.
[...]
—Entonces ¿Te ha llegado algún correo?.
—No, nada aún. Creo que se arrepintió —le respondo a Suzy.
Estabamos en mi habitación sentadas en mi cama viendo una película de romance. Cada una tiene una mascarilla facial de hidratación mientras comemos fondue de chocolate.
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El chico perfecto si existe
ChickLitNatasha Howell está a punto de terminar su carrera universitaria. Aún viviendo con sus padres y pensando que todo iba bien con su vida. Tenía todo planeado para cuando terminara la universidad: primero tener su propio departamento viviendo solamente...