SCIENTIST

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Era un día para nada normal, me encontraba demasiado nervioso y obviamente ese nerviosismo tenía nombre y apellido.

Emma Bell.

Me encontraba como siempre caminando hacia la casa de Norman para planear algo que cambiaría mi vida para siempre.

Pedirle matrimonio a la mujer de mi vida.

Aun recuerdo muchas cosas pequeñas que le han dado sentido a nuestra relación, como esa vez que
nos prohibieron tener relaciones hace algunos años jaja, como olvidar esa gran pena.

Ahora ambos tenemos 22 y nuestra relación se ha vuelto muy unida, así que pienso que nuestra relación está en el punto para el matrimonio.

Llegue a casa de Norman y toque la puerta, ahora él era el que me abría la puerta y ya no su padre, él se mudó hace apenas unos meses de la casa de su padre un poco cerca de él porque estaba grave de salud.

-Buenos días Ray. ¿Traes lo que te pedí?- Me pregunto Norman mientras me dejaba pasar a su casa.

-SI, TENGO EL IPAD, DINERO, TE TRAJE COMIDA, TENGO TODO DE VERDAD- Dije mientras gritaba nerviosamente.

-Oye tranquilo, no es la gran cosa, además, no te pedí sushi, son las 11 de la mañana, pensaba que traerías desayuno.- Decía Norman mientras se sentaba en la sala.

-¿NO ES LA GRAN COSA? POR SUPUESTO QUE ES LA GRAN COSA, LE PEDIRÉ MATRIMONIO A EMMA, ESO ES MUCHA COSA- Le grite a Norman.

-Bueno, si es la gran cosa pero hay que planearlo con calma, no es como si se lo fueras a pedir hoy.- Me volvió a decir Norman.

-Bueno, no hoy pero tal vez la próxima semana si, me propuse a no terminar el mes sin antes tener a Emma como mi prometida.- Le dije a Norman mientras abría el sushi y comía un rollo de este.

-Ok, en primer lugar, ¿Dónde se lo pedirás?- Decía Norman mientras él también comía sushi.

-Pues planeaba decírselo en la playa, o... ¿Es muy común?- Le dije a Norman mientras replantaba mi idea.

-Pero tú odias la playa.- Me dijo Norman serio.

-Pero Emma la ama, y yo la amo a ella.- Le dije a Norman con una sonrisa.

-Wow, de verdad estás muy enamorado de ella.- Me dijo mientras me lanzaba una almohada.

-Sí, después de todo para el amor no hay licencia ¿No?- Dije mientras prendía el IPad y le mostraba algunas ideas de sobre cómo quería que se viera el lugar.

-Ya déjate de cursilerías. Puedo ir pidiendo las cosas para decorar y así pero tienes que decirme que cosas en específico y también tienes que ver lo de las letras en grande y el clima que hará dentro de una semana, lo que comerán, si quieres fotos, especifícame todo.- Me dijo tomando nota.

Y así pasamos todo el día hasta que dieron las 11 p.m. y me fui a casa con todo listo.

La gran semana había pasado y era un martes normal para la pelinaranja pero no para el pelinegro.

POV EMMA:

Baje las escaleras recién levantada para ver a mi familia sentada en la sala mientras hablaban.

Me les uní a la conversación pero al parecer fue mala idea por qué de repente se callaron y se pusieron nerviosos a mi parecer.

Intenté que hablaran, que me dijeran la verdad pero no lo logré así que sólo tome un pan con mantequilla y subí a mi cuarto.

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